The Place Inside Where You Made Your Home

Capítulo 2

Wei Wuxian está haciendo talismanes.

Los ha estado haciendo durante quince días completos, de hecho. Talismanes de estabilidad, talismanes de protección, incluso un talismán para aliviar el dolor del parto. Ese último podría ser un poco anticipado, pero Lan Zhan comenzó a oler a embarazo hace una semana y eso lo ha convertido en un desastre ansioso y hormonal.

Cuando no está haciendo talismanes, pasa su tiempo vagando por el bosque en pequeña 'manzana o nadando en el lago, pero es menos divertido sin alguien con quien hacerlo.

El lo haría con Lan Zhan, pero Lan Zhan tiene conferencias en las mañanas y reuniones la mayoría de las tardes. A Wei Wuxian se le ha prohibido asistir a ambos – al parecer, la mirada de anhelo torturado que lleva siempre que Lan Zhan está cerca es "demasiado distractora".

No puede fingir que no duele, ser excluido de la vida de Lan Zhan de esta manera, pero sabe que es lo mejor. Es demasiado ruidoso, demasiado obvio, demasiado; no encaja aquí, en este lugar de tranquila contemplación y ascetismo.

Suspirando, arruga uno de los talismanes en una bola y la lanza al aire. Esta vuelve a caer y lo golpea en la cabeza, lo cual es típico en realidad.

Un aroma encantador llena la nariz, haciéndolo querer ponerse de pie y abrir de golpe las puertas del jingshi, para asfixiar a Lan Zhan con besos y rogarle que no se vaya de nuevo. En lugar de eso, se acuesta en el suelo desmayado, con el dorso de la mano pegado a la frente, y cierra los ojos.

Oye el sonido de las puertas del jingshi abriéndose y cerrándose y luego un confuso "¿Wei Ying?".

"Aiyah", se lamenta Wei Wuxian. "Me caí y no me puedo levantar".

"Wei Ying ..."

"Solo un beso del apuesto Hanguang-Jun puede salvarme".

Escucha el sonido de los pasos y el crujido de las tablas del suelo mientras Lan Zhan se agacha. Un cálido aliento le recorre la cara antes de sentir una suave presión contra sus labios.

"¡Estoy curado!" dice brillantemente, abriendo los ojos.

Su respiración se detiene en su garganta ante la tierna mirada en el rostro de Lan Zhan.

"Ah", dice Wei Wuxian, ahuecando su mejilla. "Eso es injusto, mi amor".

Lan Zhan toma su mano y presiona un suave beso en la palma.

"Te extrañé", murmura.

Wei Wuxian gime y hunde la cabeza en su hombro, inhalando. Huele divino, todo suave y dulce. El aroma le nubla la cabeza y no puede pensar en nada más que en la necesidad imperiosa de protegerlo.

"Basta", le dice suplicante. "¿Cómo puedes ir por ahí oliendo así y diciendo las cosas que dices? Mi corazón no puede soportarlo".

"¿A qué huelo?"

Wei Wuxian se retira, dejando su hombro y pasando su mano por el pómulo de Lan Zhan. Siente que se está muriendo, de nuevo, por saber que este hombre lo ama a él y sólo a él.

"Como si tuviera que abrigarte en nuestro nido y no dejarte salir de nuevo hasta que nazca el bebé".

"Eso suena ... Impracticable", dice Lan Zhan, frunciendo el ceño ligeramente.

"Mhmm," Wei Wuxian está de acuerdo. "Muchísimo. Pero, Realmente quiero hacerlo. Hueles como si necesitaras desesperadamente que te cuiden".

"Entonces, cuida de mí", dice Lan Zhan intentando coquetear tímidamente.

"Wo wo wo", dice Wei Wuxian con una gran sonrisa. "¿Quién te enseñó a coquetear así, eh? ¿Debo preocuparme?"

"Tú lo hiciste", dice Lan Zhan.