ªNØR3XĪÇ

Día 31

Hoy entro a la casa más nervioso que nunca. No estaba completamente seguro de lo que pasaría o si hablarían sobre lo que pasó el otro día, pero aún así estaba decidido a avanzar con sus sentimientos.

Kazajistan le dió varios consejos y esperaba ponerlos en práctica.

Lastima que no pudo hacerlo ese día.

Se había metido directamente a la cocina como todos los días dejando el postre sobre la mesa, pero logro escuchar el llanto del mayor, parecía estar encerrado en su cuarto. No tardó en salir apresurado temiendo que le hubiera pasado algo. Pero al entrar al cuarto fue recibido por una mirada furiosa que se acercaba lentamente.

USA- ¡Lárgate de mi casa! - Grito cuando estuvo a unos pasos del menor.

Rus- Pero...

USA- ¡Afuera! - Comenzó a empujarlo hasta las escaleras, pensó que sería más difícil pero el ruso estaba tan sorprendido que no ponía resistencia.

Rus- USA, espera. - Logro detenerse antes de caer por las escaleras. - ¿Que es lo que te pasa?

USA- Sus lágrimas seguían callendo y no parecía que pararian pronto. Solo podía apretar sus manos mientras miraba suplicante al menor. - ¡Solo vete! ¡No quiero ver a nadie!

Le dolía gritarle así Rusia, no soportaba verlo confundido y asustado por su culpa. Pero tampoco quería verlo, no después de todo lo que pasó ayer.

Rus- Está bien. - Respondio acercándose de apoco al mayor. - Me iré.

Por otro lado, USA no supo que responder, era lo que quería pero pensó que no accedería y lo tendría en la casa aunque le dijera que se fuera.

Rus- Aprovecho el descuido del americano para poder abrazarlo y que quedara recargado en su pecho. - Lo haré si es lo que quieres. - Sentía las manos del contrario aferrándose a su pecho y su ropa se comenzaba a mojar por sus lágrimas. - ¿Es lo que quieres? - El mayor asintío, aunque no estaba tan seguro de lo que quería. - Bien, pero mañana regresaré y no me importará lo que pienses, me quedaré como todos estos días. - Se separó un poco para mirarlo a los ojos. - No te libraras tan fácil de mi. - Comenzó a secar sus lágrimas, dándose cuenta de que el mayor no tenía sus lentes, viendo que sus ojos lograban demostrar toda la tristeza que sentía.

USA- Sonrió ligeramente disfrutando las caricias que el menor daba sobre su rostro. - Lo sé, los rusos son como una plaga.

Rus- Una muy difícil de sacar. - Sonrió junto al mayor aún sosteniendo sus mejillas. Sabía que tenía que irse, pero tampoco quería hacerlo sin hacer sentir un poco mejor. Así que, con las mejillas rojas, y su corazón comenzando a acelerar, tomo su rostro con un poco más de fuerza y se agachó para poder besar rápidamente la mejilla del mayor. Después salió corriendo antes de que el contrario le respondiera, no quería salir más avergonzado de lo que ya estaba. - Deje nalysnykys en la cocina. - Grito antes de salir de la casa para comenzar a correr hasta su casa.

Mientras que USA miraba la puerta con una sonrisa tonta, sosteniendo su mejilla que estaba ligeramente sonrojada.