Hija de la muerte. (En Pausa)

CAPÍTULO 4

ATTIA

Cuando llegué a la enfermería la enfermera como ya era de esperar me dió unas pastillas para la cabeza y me mandó llamar a casa para que me vinieran a buscar.

Suponiendo que mi padre estaría ocupado matando gente y llevándose su alma al juicio final, no me quedaba otra alternativa que llamar a Smaul. Pobre por un día que lo tenía libre y alfinal iba a tener que volver a ocuparse de mi.

Cojí el teléfono de la enfermería y lo llamé. Al cabo de tres tonos respondió.

-- ¿Diga?

-- Hola Smaul, soy Attia.

--¿Que sucede querida?-- me preguntó cariñosamente aunque también preocupado.

Llevába tanto tiempo cuidando, prácticamente desde que era un bebé, que se había convertido en un segundo padre para mi y viceversa.

-- No me encuentro bien, me a dado otra recaída-- dije remarcando un poco la última palabra para que se diera cuenta de lo que realmente quería decirle, de lo que realmente me había pasado.-- Se que es tu día libre y no quiero molestarte pero... ¿Podrías venir a buscarme?

-- Por supuesto niña, ni lo dudes. Voy enseguida.-- respondió él, por su tono seguía pareciendo preocupado.

--Gracias en serio.

-- Hasta luego niña.--Dijo y luego colgó.

"Niña" siempre me llamaba así como si yo siguiera siendo la niñita traviesa de 10 años de la que el había tenido que cuidar, zurrar en el culo, castigar y mimar, cómo todo padre habría hecho con sus hijos.

Dejé el teléfono en su sitio y me giré para ver a la enfermera y a Ulises que seguía allí parado dispuesto a ayudar y me miraba con unos ojos preciosos que relucian cariño...

Sacudí la cabeza sacándome esos pensamientos de la cabeza.

-- Pronto vendrá a buscarme. -- Le indiqué a la enfermera.

Ella asintió con la cabeza.

-- ¿Puedes ir hasta secretaria?-- me preguntó.

Yo asentí y me giré para irme seguida por mi compañero y, supuse, nuevo amigo. Algo extraño puesto que yo no tenía amigos.

-- ¿Llamas a tu padre por su nombre?-- me preguntó supongo que por hablar de algo.

-- No era mi padre-- Respondí.-- era mi tío.

En realidad era el sirviente de mi padre, mi niñera o como prefiráis llamarlo, pero eso él no tenía por qué saberlo.

-- Aahh ¿y tú padre? -- Preguntó.

-- ¡Hui que cotilla eres!-- Exclamé.

Odiaba contar de mi vida a nadie porque eso solo significaba mentir seguido.

-- Lo siento. Solo era por habar de algo. -- Murmuró y agachó la cabeza.

Yo sonreí. Que chico más raro. Primero se presentaba como el chico nuevo y popular del instituto y ahora se acobardaba.

Una voz interrumpió mis pensamientos.

-- Attia

Levanté la cabeza para ver a un hombre alto de pelo negro y ojos marrones. Nunca me acostubraría a verlo en su forma humana. Pero tampoco creo que sea muy aconsejable preguntar como era en su forma original, porque podría dar pesadillas. Creo con decir que precisamente él era un demonio monstruo llegará.

-- ¿Estas bien?-- me preguntó con expresión preocupada.

Yo asentí y me levanté. Hice un amago con la mano en forma de despedida hacia Ulises.

-- Nos vemos mañana.-- dije.

--Sí, y recuperate.-- Me sonrió mientras se levantaba para subir de vuelta a clase.

En el camino a casa le conté todo a Smaul el cual me escuchó con atención preparándose para explicarme porqué me había sucedido eso.

Siento haber tardado tanto en escribir pero esque hasta ahora no tube tiempo y ya aviso de que es posible que vuelva a tardar en escribir.

Espero que os guste el cap y votad y comentad porfa. :)