Último día

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Amaneció despejado el último día de semi libertad de Sasuke, parecía una de esas clamas que preceden a las tempestades... y no podía resultar más apropiado. Sabía perfectamente que tras ese día podía verse en tres únicas tesituras: volver a ser un prisionero, aunque de Orochimaru esta vez; ser libre o estar muerto. No tenía claro si le disgustaba más la primera o la tercera opción.

De todas formas él poco podía hacer, por lo menos de momento; debía actuar sin levantar sospechas por si Orochimaru o Kabuto le vigilaban. Solo le quedaba confiar en que Shikamaru estaba llevando a cabo su parte del plan tal y como habían acordado.

La mañana transcurrió sin sobresaltos: Comió con Naruto en la azotea y disfrutó secretamente de su rostro perfilado por el azul del cielo, que sonreía absorto mientras saboreaba el ramen. Atesoró cada instante como nunca habría llegado a imaginar que haría, pues desde que era niño, aquella era la primera vez que de verdad sentía miedo de perder a alguien.

-Esta tarde probablemente no nos podamos ver. -le dijo intentando disimular sus sentimientos.

-¿Y eso?

-Kakashi va a estar ocupado.

-Pues vaya...

-Será mejor que vayas a entrenar con Kiba y compañía para no perder la costumbre. -Sasuke hizo un esfuerzo increíble por sonreír. -Mañana ya entrenaremos juntos. -aquella fue una de las mentiras que más le había costado decir en toda su vida.

-A este paso te voy a superar enseguida. -se burló Naruto con aire inocente.

-Ya estás tardando. -le animó Sasuke y volvió a sonreír, solo que con más sinceridad esta vez.

El timbre les sorprendió a mitad de conversación, como tantas otras veces, y ambos se levantaron dispuestos a volver a clase.

-Naruto, espera. -le paró de pronto Sasuke, junto a la puerta de la azotea.

-¿Qué pasa?

Sasuke no pudo evitar ruborizarse levemente antes de hablar, pues le avergonzaban las ganas que tenía de echarse a llorar.

-Gracias... -comenzó con voz seria, pero de pronto apartó la mirada y bajó el tono, como si le costase hablar. -Por no haberte rendido conmigo... Por no darme por perdido.

-Vaya... -susurró Naruto. -No sabía cuantísimo necesitaba oír eso hasta que no lo he escuchado en voz alta.

Sasuke observó como dos lágrimas recorrían las mejillas de Naruto hasta diluirse en su sonrisa de puro agradecimiento. Entonces Sasuke pudo sonreír con total sinceridad por primera vez desde que ese "último día" había comenzado.

-¿Vamos?

-Vamos.

*

Acababa de llegar Sasuke a su celda hacía escasos veinte minutos cuando Kakashi apareció de improvisto.

-Vengo a decirte que me acaban de convocar para una reunión urgente y que hoy no voy a poder llevarte a entrenar. -explicó Kakashi desde el otro lado de los barrotes.

Sasuke no se sorprendió, pues sabía antes que Kakashi que esa reunión iba a tener lugar. Sin embargo se esforzó por fingir algo de decepción.

-Vaya... ¿Cuándo es la reunión?

-En una hora

-¿Puedes acompañarme a un sitio antes? Te prometo que solo serán diez minutos.

-Sasuke... ¿Te crees que después del numerito de ayer voy a volverte a llevar a casa de Naruto? -suspiró Kakashi con infinita paciencia.

-Quiero ir a casa de Sakura. -aclaró Sasuke con seriedad y Kakashi también se puso serio de repente.

Tormenta de Verano (narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora