47-NUESTRO SECRETO

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-¡No! ¡No quiero!-se quejó Yibo intentando escapar

-¡Debes ponertela!-insistió Zhan atrapando al castaño de las caderas-No huyas cobarde

-¡De ninguna manera! ¡Eres un novio traicionero! ¡Un Dragón traicionero! ¡No quiero! ¡No quiero!

-¡Ya deja de comportarte como bebé! ¡Todos se dejaron poner la inyección así que has lo mismo!

-¡Pero me dan miedo las agujas!-exclamo Wang haciendo un puchero

-Sí te dejas, te compro un helado-propuso el pelinegro

-Bien, pero que sea un pote de un litro-negocio Yibo

-¿Ahora sí?-cuestiono Xuan Lu enojada -¿O tendré que amarrarlo?

-Lo hará, no lo asustes más de lo que está-lo defendió Zhan

Wang Yibo se subió la manga de su camisa, dejando al descubierto sus músculos del brazo para recibir la inyección.

¿Cómo habían llegado a esto?

Pues ...

Luego de regresar a su realidad, la casa de Zhan ya no estaba y no había rastros de ella más que el jardín. Aquel lugar donde había crecido con sus padres había desaparecido.

Por lo tanto, llegaron a la conclusión de que necesitaban un lugar nuevo para vivir, fue en ese momento que Zhan se dio cuenta de que desde hace mucho Yibo vivía con él...¿Dónde vivía el castaño antes?

Resultaba que aquel travieso Dragón, tenía una casa, que estaba un poco más alejada de la universidad que la de Xiao Zhan, y pronto ya estaban instalados allí.

Sus clases continuaban de forma normal, y buscaron un trabajo para poder fingir que llevaban un vida común y corriente.

Sin embargo, comenzaron a sentirse mal y a tener mareos. Estar dentro de un Espejo, era algo muy peligroso y para evitar que esto afectará su salud, Xuan Lu preparo una inyección para que sus cuerpos se sanaran.

Yibo cerró los ojos y recibió la aguja que se clavaba en su hombro. Su temor se fue en cuanto no sintio ese dolor exagerado que se imaginaba. Dicho sea que aquel muchacho había tenido heridas y batallas que dejaron muy mal su cuerpo...¿Cómo era posible que le diera miedo una aguja?

-Lo vez, no fue tan malo-sonrio Xiao

-Igual quiero mi helado

-Sí, si sí...ya lo sé. Lo prometí

-Bueno eso es todo, ya debo irme-señalo Xuan Lu guardando todo en cartera

-Muchas gracias Tía abuela...¿No te puedes quedar un poco más?-pregunto Zhan

-No, lo siento...estuve mucho tiempo escondida así que debo arreglar algunas cuentas pendientes. Además ayudaré a Jiang a encontrarse con tus tíos. Ya no hay peligro así que nos veremos pronto-respondió ella antes de desaparecer

-¿Por qué nunca me deja despedirme?-se quejó el pelinegro

-¡Mi helado!-instó Wang Yibo

-¡Ahorita lo compro! ¡Qué barbaridad! ¡Te comportas como un cachorro!

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-¿Estás seguro? Este viaje será largo. Mis padres han estado en constante movimiento para poder ocultarse...-hablo Jiang Cheng

-Iré contigo...-insistió Yubin

-¿Y qué hay de Huaisang?-cuestiono curioso-Es tu mejor amigo y cómplice

ENTRE TÚ Y YO (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora