Jugaba con las sábanas con mis dedos mientras pensaba en todo lo que había pasado. Odiaba los orfanatos, quería irme cuanto antes, y no con una familia. Nadie podría reemplazar a mi mamá, ella me cuidaba y me quería, no quería a nadie más, solo a ella.
Me levanté y levanté mis brazos en el aire para estirarme. Me encontraba solo en la habitación, mi compañero —del cual el nombre no me acordaba— había salido temprano, no me había dicho a donde y tampoco esperaba que lo hiciese. Me coloqué la remera de algodón color blanco que estaba colgando de mi mochila, junto con unos jeans que estaban tirados por el suelo. No me gustaba el orden, creía que era algo forzado y poco natural.
Abrí la puerta de la habitación y salí cerrandola a mis espaldas. Solté un suspiro pesado y me encaminé al comedor para desayunar. El barullo de gente no tardó en hacerse presente, tomé la bandeja que me correspondía y me senté en la mesa del día anterior la cuál seguía vacía y limpia.
Miré la bandeja con galletas y un vaso de leche que seguramente ya estaba fría. Otro suspiro dejó mis labios, tomé una de las galletas y la sumergí en la leche para luego llevarmela a la boca y partirla de un mordisco.
—Disculpa —subí mi mirada a una de las empleadas del orfanato—. La directora te quiere en su oficina, luego podrás continuar con tú desayuno —asentí, me puse de pie dejando sola mi comida y la seguí hasta el lugar indicado.
•◇◆◇•
Al entrar a la pequeña oficina de la directora del lugar, una cabellera castaña lisa llamó mi atención. Una hermosa mujer se dio la vuelta dejando ver sus ojos casi negros, que desaparecieron en una sonrisa, sus labios en forma de corazón, su nariz arqueada de una manera leve y la piel blanca como la porcelana, lo cual la hacia más atractiva. A su lado, un hombre del mismo color de cabello, casi con los mismos rasgos, a excepción de su nariz demasiado perfecta para poder ser real.
—Joven Lee, ellos son el señor y la señora Seo. Vinieron a adoptar...
Me quedé mirando a ambas personas y luego a la directora. Genial, podría salír de aquí pero debía soportar a dos personas, las cuales no conocía y vivir con ellos. De todas formas, podría escapar.
•Intentaré actualizar más seguido, lo siento 💛✨
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La rosa en el jardín
Fanfic"Tan frágil y delicado como una rosa" Eso le decía su madre todos los días antes de morir. Tras quedarse completamente solo, Felix tuvo que lidiar con muchas cosas siendo tan solo un niño de catorce años. La edad donde debía salir con amigos y dedic...