『14』

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Dormir en el mismo lugar que Han Jisung era una verdadera desgracia.

A pesar de que ciertamente, Jisung no durmió en la misma cama que Minho, este transcurrió la mayor parte de la noche dando vueltas alrededor de la habitación como si las tres de la mañana fuera una hora adecuada para caminar.

Minho recuerda haberle gritado que detuviese su movimiento, ya que había conseguido estresarlo. Soonie también maullaba y se levantaba de vez en cuando, siguiendo al hiperactivo chico. 

—Qué aguafiestas eres, solo ignórame y ya —había respondido Jisung ante el reclamo, continuando como si nada hubiese sucedido, irritándolo más. 

Cuando empezaba a pensar que dormir no sería más que un objetivo sin cumplir aquella noche, Jisung saltó a través de la ventana sin pronunciar palabra. Minho no sabía lo que este iría a hacer fuera, pero tampoco le interesaba lo suficiente como para detenerlo, así que lo dejó ir mientras disfrutaba su anhelada tranquilidad.

Con ello cayó dormido, y cuando despertó notó que Jisung ingresaba por donde había salido, dirigiéndose hacia el armario a la vez que pasaba de su presencia. Lo mira curioso, tallando sus ojos con cansancio.

—Si me despiertas te sacaré las pestañas una por una y luego me haré una peluca con ellas, así que preferiblemente no te acerques —sonríe, abriendo el armario para luego encogerse y adoptar una posición cómoda sobre unos gorros de lana que Minho nunca llegó a utilizar.

El dueño de la ropa lo observa con una ceja alzada, pensando en si debería contradecirlo o no. Jisung apenas lo había dejado dormir bien, entonces, ¿por qué él tendría que dejar al menor dormir? No era algo justo.

Estuvo a nada de lanzarle una almohada como Jisung solía hacer, sin embargo, Soonie maúlla en su dirección, indicándole con sus brillantes ojos que aquella no era una decisión acertada. Bufa con molestia y, por más absurdo que suene, opta por creerle al gato.

Ya nada le suena lo suficientemente absurdo como para no hacerlo.

Luego de tomar a Soonie entre sus brazos, termina de levantarse y realizar su rutina normal de mañana. Como ya era costumbre, al dirigirse a la cocina el desayuno ya está servido. La abuela no se encuentra por allí, por lo que Minho asume que salió a reponer los víveres para rellenar las alacenas que se hallaban un tanto tristes por la falta de comida.

Tras finalizar con su desayuno —el cual se encontraba bastante delicioso, si le permitían opinar—, piensa en que debería ir a comprar accesorios para su nuevo gato. Ha terminado por aceptar que nadie además de Jisung reclamará a Soonie, por lo que ahora es su responsabilidad y él, como buen amante de los gatos, planea gastar todo su dinero en la tienda de mascotas solo para que el gato tenga una vida cómoda.

A su vez, no desea dejar a Jisung solo en su casa. No porque se preocuparse por sus sueños, claro está, sino porque se preocupa de lo que el chico pueda hacerle a su hogar. No quería regresar y ver la casa ardiendo en llamas o algo así.

Durante un momento se cuestiona lo que hará a continuación, pero como suele ser un cabezota que no piensa demasiado las cosas, termina por cerrar el armario donde Jisung se encuentra con llave para así evitar que deambule por allí. ¿Aquello podría contar como secuestro o algún tipo de maltrato?

No, para nada. Era simple prevención.

Escribe una nota en caso de que su abuela regrese antes de que él, y con ello sale de la casa en dirección a la de Seungmin. No le había comentado nada al respecto pero Seungmin siempre estaba disponible. Su vida era igual de desocupada que la suya, por lo que no dudaba que este quisiera acompañarlo a la tienda.

Spooky Hannie || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora