➳ciento cuatro

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[espacio exclusivo para que digan que ya llegaron]

rubén

Tonto, tonto, tonto, cincuenta mil veces tonto.

Me quedo mirando la pantalla como estúpido, hasta que esta se apaga, pero no pasan ni 3 segundos cuando se enciende de nuevo, mostrando el nombre de mi novio justo encima de los botones verde y rojo.

Largo un chillido, que no sé si es de emoción o nervios, sólo no lo sé, joder.

Entro a la casa y sin importarme nada más corro hacia mi habitación, para encerrarme y contestar la llamada tan pronto como cierro la puerta.

Coloco el móvil en mi oreja y espero a escuchar su voz, pero eso no sucede, no hay nada más que silencio. ¿Se cortó la llamada? ¿qué coño pasó?

Miro el móvil y la llamada sigue sin ningún problema, a excepción de que no escucho una mierda.

A pesar de eso, no me animo a hablar para comprobar si hay alguien ahí o no, sí, soy un bobo.

—¿Hola? ¿Rubén? —al fin habla.

Hostia, su voz y... Ah, mentiría si dijera que no extrañé escucharle hablar.

—Hola —contesto en un tono bajo.

—Ehhh... —suelta y luego la llamada vuelve a quedar en silencio.

No quiero que esto se vuelva mucho más incómodo, joder, ¿qué hago? No sé qué decir, irme a tomar por culo es muy buena opción en este momento.

—Sé que te ha costado contestarme, lo siento por ser tan insistente y entiendo que no hayas querido contestar antes, pero quiero disculparme contigo y... No quiero que sigamos así —vuelve a hablar y esta vez es más claro.

¿Cómo le digo? ¿será buena idea decirle el por qué no respondía a sus llamadas? Yo creo que no.

—Aahh, y-yo no —titubeo, no sé qué cojones decir—. Sí quería contestar, pero... Perdón.

—No tienes que pedir perdón, lo entiendo perfectamente, Rubén, yo soy el que tiene que pedir perdón por haber actuado como un idiota hace unos días y eso... Perdón, Rubén.

—Sí, es que-, estuve pensando y creo que-

—Lo siento también por no haber llamado antes e ignorarnos mutuamente, sigo siendo un tonto de igual forma. No te llamé antes porque me parecía normal que estuvieras enojado y quizás me hubieras ignorado, yo qué sé, pero no sabes las ganas que tenía de escucharte hablar; aunque me dijeras que no te hablara hasta que deje de ser un idiota, lo más mínimo me hubiera hecho sentir mejor, te lo juro.

Dios, si supiera que yo me sentí de la misma forma.

—Yo... —comienzo a hablar— Tampoco tenía idea de qué decir o hacer, claro que como soy subnormal me decía a mí mismo que no tenía por qué ser el primero en llamarte, sé que suena infantil, ¡pero así soy, joder! Y también sé que debí entenderte ese día o al menos intentarlo, no debí comportarme así y mucho menos haberte dicho todas esas cosas, lo si-

—No, Rubén, tú no tienes por qué pedir disculpas, aquí el culpable soy yo, ambos explotamos en ese momento, pero yo fui quien inició todo esto —interrumpe.

—Pero, pero yo hablé primero sobre-

—Lo sé, tú puedes hablar de lo que quieras, ya lo entendí, no soy quién para controlarte, es difícil aceptarlo pero tú decides con quién hablar y eso, después de todo... eh, quizás no sean malas personas.

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora