― Mírala, ahí tirada en la cama como si el mundo se fuera a acabar. Mira que le dijimos que no se fiase, pero nada, ella erre que erre y ahora aquí la tenemos, llorando como una magdalena.
― ¿Y si voy al Mercadona a por helado? Tengo la sensación de que en cualquier momento va a dejar de ser persona y se va a deshacer en la cama. Me da lástima, ya sabes cómo es, siempre se ilusiona mucho y cuando menos se lo espera se la clavan por detrás...
Esas de ahí son Lucía y Elena, mis amigas. Junto con Bea forman el grupo de mis mejores amigas, las que siempre están para escucharme y darme consejos, y aunque Bea no está ahora mismo, os adelanto que ella es más de acción y como me vea en el estado en el que estoy es capaz de molerme en una somanta de palos.
Y esa que está tirada en la cama soy yo. Sí, yo. He decidido recogerme mi pelo largo y pelirrojo en una trenza porque entre el calor que hace y el berrinche se me iba a llenar de mocos. Tengo los ojos que parecen dos pelotas de tenis, llevo toda la tarde llorando, mi cara se parece más al rostro de panda mutante que al de un ser humano.
― Sabéis que os estoy escuchando ¿verdad? ―Murmuré cuando la perorata de mis amigas iba de mal en peor.
― Sí, por eso estamos hablando en voz alta, para que te des cuenta de lo gilipollas que eres.
Y tenían razón, por eso mismo, me giré de nuevo sobre la almohada y otra vez a llorar. Lucía miró a Elena amenazante, tampoco había que ser tan brusca, pero me lo merecía.
Seguramente os estéis preguntando porqué estoy llorando. Pero para eso tengo que empezar desde un principio.
Mi vida amorosa era para hacer una película mala, una secuela de Bridget Jones. Mi vida amorosa era el juguete que más le gustaba al karma, en conclusión, mi vida amorosa era una mierda y para cuando ya lo tenía aceptado, apareció él.
Siempre me han dicho que debo tomarme las cosas con más calma, pero tengo un problema muy grande y es que cuando conozco a una persona que me gusta mucho me embalo tanto que puede pasar dos cosas, que esa persona esté al otro lado para cogerme o que patine hasta darme de morros contra la pared.
Casi siempre pasa lo segundo. Desastre se nace no se hace.
Para no volver a llorar antes de llegar a la parte donde le conocí, vamos a definir a este ser como ''El que no debe ser nombrado'' soy muy fan de Harry Potter, para qué vamos a negarlo, pero el nombre le viene que ni pintado a mi amigo.
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Maldito John.
RomantikEllie es una estudiante comedida y cuadriculada. Ellie trabaja en una cafetería para poder pagarse sus estudios. Ellie es una romántica empedernida, buscando el ideal del amor verdadero. John es maestro. John vive al día, no le gusta planear nada...