Parte 17.

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- ¡Que alguien abra! - Exclamó Bailey desde el baño. 

Ambos jóvenes que no habían escuchado apenas la puerta por la música y la charla que se traían entre manos fueron directos a la entrada, encontrándose con la pareja de Jonan, quien, por sorpresa se había presentado a ver al joven aquella noche. Este se mostró sorprendido y lo abrazó con fuerza, adentrándose los dos en la vivienda y dejando a Dana cerrando la puerta.

- Creía que necesitabas hablar sin los oídos de Jonan cerca. - Susurró Bailey una vez que entró en la sala y se acercó a ella sigilosamente con una copa. 

Dana simplemente asintió y agradeció el gesto a su amiga sin soltar una palabra.

- Os dejamos solos tortolitos, mi cama esta prohibida.

Bailey tomó la mano de Dana y la llevó consigo hacia la azotea del edificio, donde, a pesar del frío que hacía, podían hablar tranquilas y acompañadas del silencio de la noche. Dana se apoyó en el muro que la separaba del abismo junto a Bailey, quien terminaba su tercera copa de la noche y se notaba algo contenta. 

- ¿Estás bien? 

- Sorprendida, simplemente. - Contestó sin pensarlo, y en parte era verdad y no mentía, pues aún no sabía cómo encajar todo lo ocurrido aquella noche. 

Bailey asintió y se acercó a ella, no sin antes pedirle permiso con una rápida mirada para abrazarla desde su cintura y besar una de sus mejillas, ya que era a la zona donde lograba llegar por la altura de Dana. Esta respondió rápido al abrazo y besó como respuesta la rubia cabellera de su amiga.

- ¿Cuánto hace que sientes algo por ella? 

La pregunta tomó por sorpresa a Dana, quien realmente nunca se lo había planteado. Esta suspiró con suavidad, y tras juguetear con el hielo de su bebida en un intento de hacer tiempo contestó:

- Nunca me lo he planteado, pero desde que sucedió aquello en la casa de sus abuelos no puedo sacármela de la cabeza.

- Normal... digo, es Alyssa. - Comentó casi que por lo bajo esta, sacando una divertida sonrisa a Dana. 

- ¿Tendría que ponerme celosa? 

- Sigues siendo mi chica favorita, eh. - Ambas estallaron en una pequeña risa, mientras que Dana negaba y abrazaba con más fuerza a su amiga. 

- Tengo que anunciarte algo, ya se lo he dicho a Jonan y creo que también mereces saberlo.

Ambas muchachas deshicieron el abrazo y tomaron asiento posteriormente en la cornisa del edificio, en un punto en el que no peligrara la vida de ambas pero donde lograran sentir un cosquilleo en su estomago por la altura, ya que de cierta forma el hecho de que estuvieran algo borrachas y la situación indicaba que era lo necesario. Bailey esperaba ansiosa a lo que su amiga tuviera que anunciar, mientras que Dana esperaba más de lo necesario para ansiar a la joven.

- Puede que en nada tengamos que irnos a Londres, quizás, solo digo que quizás pueda grabar algo.

Los ojos de Bailey se convirtieron en platos, esta no esperaba para nada la noticia y a pesar de que conocía poco a Dana le tenía aprecio a esas alturas y le hacía muy feliz que ella lo estuviera.

- ¡Eres increíble! Si te beso puedo decir que he besado a una futura estrella del pop. 

Esta río con fuerza de nuevo, la joven no cambiaba y la bebida alentaba más aún ese comportamiento, pero no le molestaba.

- Podría decirse que si, pero yo esperaría a que ya lo fuera para que te remuneraran por ello en los medios.

- Solo si me llevas contigo por ahí, podemos fingir aunque a Jonan le de un infarto. Y mira, así te quitarías de encima a esos musculitos famosos.

- Oye.. pues no suena mal.

Dana guiñó su ojo derecho haciendo que la muchacha estallara en rubor y tras indicar que debía rellenar la copa se marchó. Ella, sin embargo, decidió tomar un poco más de aire, fijando sus ojos en la silueta que componía esa pequeña pero a la vez grande ciudad que escondía a tantas personas y tantas situaciones a la vez que se escapaban a sus ojos. Sin embargo, el sonido del teléfono la sacó de sus pensamientos y más aún el nombre que salía en el, pues era Alyssa.

Aunque en un principio pensó que lo adecuado era no contestar finalmente lo hizo. 

- Danita. - Susurró esta desde la otra línea, parecía algo borracha, dandole a entender a Dana que se encontraba en la fiesta posterior a los premios.

- Hola Alyssa, antes de que digas nada quiero felicitarte por la vuelta, estabas increíble.

Las palabras de Dana lograron hacerse paso al corazón de Alyssa, quien sonrió al otro lado de la línea sin que la muchacha lo notara.

- Te lo agradezco, y por ello te llamo, ya que sin ti esto no hubiera sido posible. 

- Tu eres la única que ha conseguido estar en esa alfombra roja demostrando quien eres, yo simplemente y quizás te he dado el empujón, pero no he sido la causante.

- Bueno, sé que no te voy a sacar esa idea de la cabeza.. así que voy a decirte el otro motivo por el que te llamo.

- Dispara.

- Jonan habló conmigo esta mañana, me ha puesto al tanto de tu plan para viajar a Londres y me parece buenísimo. He decidido contribuir, quiero verte, así que ya tenéis los billetes, eso sí, el día que queráis. 

- ¿Sólo para ambos? - La pregunta pilló desprevenida a Alyssa, ya que había pasado por alto la presencia de Bailey.

- ¿Bailey también vendría? -Un ruido emitido por Dana lo confirmó. Esta carraspeó su garganta y siguió hablando.- Está bien, pondré otro billete y otra habitación para ella si es lo que quieres.

- Te lo agradezco mucho, pero no hace falta... es decir, ya habíamos hablado esta tarde de pagarlo entre los tres. Podemos con ello.

- Ni de coña, eres mi acogida, vendréis a un hotel que conozco y donde suelo alojarme cuando necesito algo de tranquilidad. Susana tiene las instalaciones cerca, así que no te será difícil ir y venir desde allí y no os molestará nadie. Deja que me ocupe de los cargos, ya me los devolverás si así quieres.

Dana suspiró, no sabía cómo rechazar la oferta de Alyssa sin mostrar aún más que se sentía molesta y que no quería seguir hablando en ese momento así que simplemente lo aceptó a regañadientes y cortó la llamada para volver al interior de la vivienda, exhausta por la noche. Una vez abajo notó como todo estaba en silencio, ambos jóvenes se habían dormido en los sillones que debían ser para ella y Jonan, ya que eran pequeños y no cabían los dos en unos. Esta gruñó suavemente, ya que debía dormir en el suelo pero la figura de Bailey, quien portaba ya su ropa de pijama y la esperaba en el umbral de la puerta de su habitación llamó su atención.

- He guardado hoy mi almohada para que me acompañes esta noche, ¿es muy atrevido? -Susurró la joven.

- Quizás un poco. 

Dana se deshizo de la chaqueta que portaba, dejándola caer sobre una de las sillas de la sala y se acercó hasta la muchacha para juzgarla a unos pasos de ella.

- Bueno, no tienes otra opción... mi almohada ya estará resentida y el suelo, aunque a Jonan le parece precioso no tendrá piedad contigo y hará que tu espalda te duela mañana... así que.

Esta puso sus ojos en blanco y simplemente asintió, agradeciéndole en el fondo no tener que dormir en el suelo y con los ronquidos de sus amigos de fondo. Entró en la habitación y fue rápidamente hasta donde se encontraba su ropa, haciéndose con el pijama y tardando en colocárselo unos minutos antes de volver a la habitación, donde Bailey la esperaba desde la cama con el móvil entre sus manos.

- ¿Podrías dejarme la pared? - Preguntó una vez que había tomado asiento en esta.

- Solo con una condición. -Dana alzó su ceja derecha. - Cantame un poco para dormirme, porfa. 

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