¿ERES VIRGEN?

¿ERES VIRGEN?
Yuuji era una chica, que extrañamente no había tenía ni un contacto sexual para sus 18 años, lo extraño venía a ser porque Yuuji era buena y estaba BIEN BUENA, tenía unas buenas caderas, y casi nada de pecho, lo cual era remplazado por un buen trasera, con unos muslo carnosos, gordos y pesados, músculos y grande, pero cuando le hicieron la pregunta sus molestos hermanos, se sintió acorralada y pequeña, casi vota su cuchara.

‘que intensos’ pensó, ‘acabo de, joder, apenas ayer cumplí 18’
Estaba almorzando un guiso de lenteja, con sus hermanos, a su izquierda Choso, a su derecha Sukuna, su hermano gemelo, el cual era el parecía querer golpearla independientemente de su respuesta, eso la asustaba, y oni-chan parecía calmado pero su mirada penetrante decía ‘prohibido mentir’
-¿eres virgen?

-mmmm, eh… ah… mmm. Ah…-

Yuuji reflexiono, se tranquilizó y respondió: NO

La casa de Sukuna era de vacío, a la mente le vino la idea de cómo el antes fue el conquistador, y ahora, del otro lado de la moneda se veía. Como al que le acaban de voltear la tortilla de la realidad, su hermana no era virgen
Choso bajo la mirada y quiso juzgar, pregunta pero cerró la boca y dijo: Ok

-no soy virgen, porque la virginidad no existe, ese es un concepto basado en que una mujer vale si lo es, y no vale nada si no lo es, y mi valor como persona no depende es algo que hizo o no.

-oh-

dijeron ambos hermanos.
Sukuna recupero color y se sentó recto

- ¿Entonces ya tuviste relaciones sexuales?

Yuuji quiso esconder la cara, pero ella ya no era un niña que sentía asco y este era un tema serio, con cuidado pregunto

-¿eso cambiara algo?, ¿saberlo cambiara algo?

Sukuna quiso responder rápidamente y decir que si, que si alguien la habían tocado, tenían derecho a saber, pero Choso levanto la mano y lo detuvo de hablar, se miraron y Choso tomo la palabra.

-Estamos interesados de saber si diste consentimiento o no, no queremos juzgarte por tus decisiones, somos familia y si queremos saber para aconsejarse y estés sana y cómoda, no eres una niña eres una mujer ya. Y tu respuesta no cambia nada, te amaremos sin importar cuál sea la respuesta. Te amamos.

Sukuna no pensaba lo mismo, alguien tocando a Yuuji debajo o sobre alguien.

-si, te amamos, responde ya-

Yuuji se sentía querido pero avergonzado, había estado tan ocupado estudiando y tratando de romper sus límites físicos e intelectuales.

–no, no he tenido relaciones sexuales, no he encontrado alguien que me guste mmm pero no creo que sea la gran cosa, apenas tengo 18, ¡aún estoy fresca¡-

-¿y porque no?- Choso pregunto

–si eres muy bonita hermanita, he visto cómo te siguen los chicos, apenas ayer vinieron tus compañero a traerte cosas, asi como una fila de hormigas que alimenta a la reina.