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Los pasillos del colegio se desvanecen, voy por un camino desconocido

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Los pasillos del colegio se desvanecen, voy por un camino desconocido

¡Recuerda haber leído antes la parte que precede a esta, "efímero"! La encontraréis en mi perfil<3 ¡Gracias por llegar hasta aquí! Nos leemos en mi guía <3

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Viernes, 29 de junio de 2018

Hyunjin se terminaba de atar el cordón de la bamba que se le había aflojado rato atrás, apoyado en uno de los bancos que habían en el patio de la escuela. 

- Gracias por esperarme - Changbin le golpeó el pecho restándole importancia. 

- ¿Tienes algo que hacer esta tarde? - caminaban tranquilamente, abandonando el recinto, rumbo a casa del mayor. El moreno negó.

- Seungmin me dijo de ir de compras, pero luego canceló el plan. Sus padres lo reclaman - torció la esquina de sus labios.

- Guay, entonces me podrás echar un cable. Quería mirar lo de...

Los ojos de Hyunjin se detuvieron en la figura femenina y solitaria que cruzaba el paso de peatones cercano a donde estaban, muy enfadada. Su ceño estaba fruncido como usualmente solía tornarse, y sus brazos abrazaban una bolsa de tela a la altura de su pecho. Algo que no alcanzó ver se escurrió de su agarre, cayendo al suelo, junto a sus pies. Su compañera se agachó a recogerlo, sin darse cuenta que el semáforo ya estaba parpadeando, a punto de cambiar de color.

- Eh, ¿me estás escuchando? - Changbin había continuado su discurso, pero había ignorado totalmente sus palabras. 

- Mierda.

Se acercó al borde del paso de peatones por el cual ya no podía avanzar, pues era el turno de los automóviles. Escuchó el rugido de un motor y las ruedas patinando de un vehículo. Alertado, miró hacia la izquierda comprobando que lo que había oído era producto de su imaginación.

Pero realmente había un coche acercándose a toda velocidad hacia su amiga, que recién se levantaba del suelo.

Rugió su nombre. Haru, sorprendida, se giró hacia él, para luego cambiar su mirada hacia donde Hyunjin estaba señalando a la vez que avanzaba hacia ella, a cámara lenta, soltando desesperadamente la mochila en el suelo.

El automóvil, rojo como la sangre, no reducía su velocidad. Al contrario, era como si estuviese ignorando a la joven en mitad del camino y acelerase para continuar su rumbo, sin importar qué. Haru volvió a mirar al chico a escasos centímetros de ella, quien estiraba el brazo en su dirección para intentar agarrarla. 

Tenían el coche prácticamente encima de sus cabezas. Hyunjin vio como la chica alargaba también su mano, para intentar hacer contacto con su salvador. Su cara reflejaba pánico, consciente de que no podía evitar el impacto. Era más como un roce de despedida.

Instantes después, un golpe hueco seguido de cláxones y chirridos de ruedas alejó a la chica de su campo de visión, dejándolo boquiabierto.

Hyunjin dejó entrar de golpe todo el aire que parecía haber estado reteniendo durante una eternidad. Desesperado, abrió los ojos y se sentó en el colchón de un impulso. Su pecho se movía frenéticamente, perlas de sudor bajaban por su cuello. Algunos mechones de su flequillo se adherían a su frente. Miró alterado hacia todos los rincones de la habitación, retirando la sábana enredada en sus piernas. Desbloqueó el teléfono que había dejado en su mesita para comprobar qué hora era. No pasaban de las cuatro de la mañana.

Había sido un mal sueño, una pesadilla que se había sentido demasiado real. Poco a poco su respiración se fue estabilizando. Recordó que el periodo escolar había terminado antes de lo establecido debido al fallecimiento de Hyewon, una de sus compañeras, algo que a la mayoría aún le costaba asimilar y, en parte, los tenía aterrorizados. 

Se convenció a sí mismo de que solo había sido un sueño de mal gusto, que su compañera estaba sana y salva en su casa, durmiendo plácidamente, y que ese accidente no había ocurrido nunca. Pero...

¿Haru estaba realmente bien?

La duda le rondó la cabeza, y por mucho que intentó conciliar el sueño, se desveló las siguientes dos horas. Solo había sido una pesadilla, pero se le había quedado el susto en el cuerpo. ¿Y si era un aviso?

Harto, terminó enviándole varios mensajes. Obviamente, la chica no le contestó, aumentando su inquietud. ¿Cómo iba a responder? Era muy temprano, lógicamente estaba acostada aún.

Privado de dormir, se dirigió al baño, cerrando la puerta tras de sí. Abrió el grifo y, recostado sobre el lavamanos, fue regulando el agua helada, estremeciéndose ante el primer contacto. Con sus manos hizo un cuenco, llenándolo, dejando que el agua cayera por los costados antes de llevarla a su rostro. Frotó sus mejillas y se masajeó las sienes.

Cruzó miradas con su propio reflejo a través del espejo. Bajo sus profundos ojos, oscuros como la noche, se dibujaban discretas ojeras. Desde el día del incidente, le había costado dormir, apenas descansaba. Todo porque por su mente no dejaba de rondar un pensamiento intrusivo que lo dejaba ansioso y preocupado. Cada día vivía con el miedo de perder a alguna de sus dos amigas. Verse tan débil e incapaz de protegerlas, no podía aguantarlo.

Cálmate, idiota. No les pasará nada, a ninguno de ellos.

 No les pasará nada, a ninguno de ellos

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~28042021

¡Volvemos a vernos!

Esta tercera parte va a ser un descanso de todo el posible mal rollo que se ha ido generando en las dos anteriores. Espero que no os parezca aburrido :/

Y, por cierto, a partir de ahora puede que las frases que pongo al inicio os suenen de algo, jeje...

Muchas gracias por seguir aquí<3

「 水 」INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora