Capítulo 1 - Coreano, Chino, Japonés.

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Capítulo 1 - Coreano, Chino, Japonés.

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Una semana antes:

- Miguel ya eres un adulto, estas en medio de tu carrera, tienes buenos ingresos en el trabajo y en caso de faltarte algo, estamos dispuestos a ayudarte ¿Qué más quieres? - mi madre luce desesperada.

- Mamá, ni siquiera notan cuando estoy en casa ¿es necesario todo esto?

- Hijo entiende a tu madre, solo queremos que experimentes tu juventud de manera plena y puedas dejar atrás lo que ya paso.- explica mi papá con voz cansina.

- Papá no vengas con argumentos tontos, ustedes solo quieren que lo supere y ya lo hice ¡de acuerdo! -Ambos se miran y luego me miran con parsimonia-. Vale no es fácil pero aquí puedo hacerlo, da igual donde me encuentre.

- ¡Exacto! da igual donde estés, así que te mudaras a las residencias que están a dos horas de aquí, cerca de la universidad, bien bonitas por cierto.

- Miguel ahórrate cualquier excusa, ya están pagados los primeros seis meses y tienes una semana para irte.
Me levanto lleno de ira por que no era una discusión, era una decisión ya tomada sin mi consentimiento.

- ¿Saben qué? Está bien, si tanto quieren que me vaya, me iré.

- Con su imaginación van a escribir un ensayo de 15 páginas mínimo...- fue ahí donde me desconecté.

Ha pasado ya la semana que mi padre dijo, sé que debo seguir adelante y superar lo que me aqueja «palabras textuales de mi madre» pero mudarme es una solución extraña.

No soy el que era antes, eso puede afectarles pero deberían comprender que no seré el mismo otra vez. Nadie vuelve a ser el mismo luego de vivir experiencias negativas.

-Tierra firme llamando a ale - Max imita un sonido de walkie talkie -. Responde ale, ¿sigues aquí? ¿Llegaste a la luna? ¿O acaso estas muerto? Te lo digo de una vez, no puedes morir sin mí.

-Me voy a mudar. - suelto de golpe.

- ¿¡A LA LUNA!?

- ¿Estas tonto? -se preguntarán ¿como tienen una charla en medio de la clase? Fácil, el aula es enorme y nos sentamos al fondo del fondo.

Claro que a veces debemos pedir apuntes pero esos son gajes del oficio.

- ¿A los asquerosos edificios de la universidad? - finge un estremecimiento o quizás no sea fingido.

- No, mis padres buscaron un lugar cerca de aquí-. La amargura en mi voz no se hace esperar.

- ¡Oh vaya! a ver si don retraso llega temprano al fin -. Su alegría estorba mi humor.

-Como si tú llegaras más temprano.

-Eres pésimo defendiéndote, mejor cállate ¿por qué te vas a mudar?

-Mis padres creen que es la mejor idea para seguir adelante en mi vida y ser un adulto maduro-. Es media verdad. Aunque Max lo sabe todo, no significa que me guste mencionarlo a cada rato.

- O sea que no estás de acuerdo-le dedico mi mejor cara de «tú que crees» -. ¡Ups! olvido que eres un niño mimadito de papi y ¡auch! No me pegues.

Ignoro su queja y añado: -Me mudo mañana.

-Guay, yo te ayudo tío-. Ofrece imitando un mal acento español.

-gracias amigo y no hables así, te ves patético.

- Aquí estamos, tengo el 512, el 511 está ocupado por una chica pero me dijeron que casi no sale y que el 513 está desocupado.

A mi vecina le gusta el K-pop Donde viven las historias. Descúbrelo ahora