-Capítulo 5- "Nada puede salir bien..."

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Las verdades duelen pero las mentiras te queman por dentro, nunca se me olvidaré esa frase que me dijo mi abuela de pequeña. Eso es lo que le estaba pasando a Candy ahora mismo, está más herida por la mentira que el saber de la vida secreta de su padre.
Caminamos un par de manzanas mientras yo intentaba relajar a Candy con unos ejercicios de meditación que aprendí en un cursillo como delegada hace unos años, nunca pensé que los fuera a utilizar pero se ve que nunca viene mal aprender de todo un poco.
Cuando por fin se despejó la mente decidimos ir a casa; ya era muy tarde y estábamos solas caminando por la calles.
Todo iba bien hasta que a lo lejos aprecié la luz de un coche, la verdad me asusté un poco, pues al llegar a nuestra altura redució la velocidad, parecía que estuviera siguiéndonos.
Ante esto Candy yo empezamos a andar rápido, pero mi cara cambió radicalmente cuando el conductor bajó la ventanilla y pude diferenciar esa sonrisa irónica tan característica. Sí, era Cassian con sus típicos aires de superioridad.
-¿Os habéis perdido pequeñas espías?- después de todo lo pasado va y nos suelta esto, así que solo le lanzó una mirada asesina, de estas que tiran cuchilladas solo al mirar a alguien.
-Si quereís os llevo, no creo que a Ryan le guste que su hermana se pueda perder con doña torpe por la cuidad- prosiguió, de verdad que este hombre me nerva.
-Por lo menos yo no he traumado a nadie-mientras tanto Candy estaba callada como sí estuviera en otro mundo, a lo mejor nos pasamos con la meditación.
-¿Traumarte a ti, torpe? No lo creo, mejor revisa tu historial y luego me cuentas.- AAAAA ESTE HOMBRE NO SE CANSA ¿CÓMO SABE LO QUE HAGO CON MI MÓVIL?
-Pues porque no bajas y lo compruebas si tan listo eres- contesté.

Este como era de esperar se bajó, yo empecé a correr con mi móvil y él me siguió. Después de un rato dando vueltas, sin decir nada corrí al asiento del piloto tirando a Candy conmigo. Sí, literalmente le mangamos el coche y se quedó allí pasmado como un espantapájaros.

Minutos después de dejar atrás distintas casas; unas a
llenas de flores, otras abandonadas, llegamos a nuestro enorme hogar, todavía sigo asombrada de lo grande que es esta casa y lo mucho que debe costar mantenerla, teniendo solo el sueldo de notaria Natthy.

Antes de entrar en la casa, al bajar del coche, me giré para hacerle una foto y mandársela a Cassian diciendo que las llaves estaban debajo del felpudo, ahora mismo me siento poderosa, no lo voy a negar.

Nada más atravesamos la puerta Candy y yo nos quedamos en shock. ¿Cómo es que Cassian estaba ya allí?
Era casi imposible, por mucho que hubiera corrido no le podía haber dado tiempo.

En ese momento el silencio reinaba en la casa, y esos ojos marrones estaban posados sobre mí con un mensaje practicamente indescifrable, en fin como su humor.
De repente comenzaron a sonar unos pasos bajando por las escaleras, era Ryan, el cual se sonrojo al vernos; no sabía cómo mirarnos.
-Hola, emmmm....-Dijo algo avergonzado.
Rápidamente Candy lo cortó y soltó
-No pasa nada de verdad, hagamos como si nada hubiera pasa, ¿vale?- de verdad amo su inocencia.
- Hay que recordar que todo esto no hubiera pasado si alguien- miré a Cassian- no hubiera publicado nada.
-Y tampoco hubiera pasado si ambas no os dejaraís los teléfonos por ahí y...-en cuanto Cassian habló me dirigí hacia él para empujarlo, pero Ryan me paró, al parecer era el único que ahora mismo parecía tener los pies en la tierra; por que Candy, estaba un poco en las nubes.
-A ver calmaros, ¿Qué os parece si hacemos que todo esto no ha pasado armando una fiesta de bienvenida para nuestra estudiante y así calmar el ambiente?- nos miró ambos.
En seguida Cassian me ofreció la mano en son de paz...
-¿Aceptas torpe?- yo solo le saque el dedo corazón y mire a Ryan con una sonrisa asintiendo con la cabeza.
- Vale pues comencemos con los preparativos y avisando a la gente- dijo rápidamente emocionado.
- ¿Qué tipo de gente?- pregunté, asumo que fue una pregunta muy absurda.
- Pues suelen ser humanos, con cabeza, pelo y tal, ¿sabes?- Cassian se rió ante su propio chiste. No puedo con él, es de ese tipo de personas que te estresa solo con respirar.

Al final acabamos pidiendo unas pizzas mientras preparábamos todo para que fuera perfecto, aprecié mucho el hecho de que Ryan y Candy invitaran a personas de mi instituto, así conocería a algunos antes de comenzar el curso. Lo único que me disgustaba era que Cassian también estaba allí y se pretendía quedar a dormir, pero por suerte solo tendría que aguantar su "sarcasmo", si es que se puede llamar así, mientras estabamos en el salón, luego me iría con Candy a mi habitación y haríamos noche de chicas.

Mientras me estaba lavando los dientes, Ava me llamó, casi me había olvidado de lo que pasó en su casa. Uf le tenía que contar tantas cosas, al parecer es de las únicas personas que de verdad me entiende y escucha.
Mientras me estaba lavando los dientes, Ava me llamó, casi me había olvidado de lo que pasó en su casa, Uf le tengo que contar tantas cosas, al parecer es de las únicas personas que de verdad me entiende y escucha.

Rápidamente cogí el teléfono y me dirigí hacia el pasillo para asegurarme de que nadie estuviera cerca, no quería que escucharan mis conversaciones privadas, nunca se sabe de lo que se va a hablar.
-Hi...¿Estás ahí? - adoro su voz suena demasiado segura- Eeeoooo
-Oh, hola sí, es que me quedé en shock
-Dios que patética soy.
-Ahh-se rió sutilmente- bueno ¿Que tal estáis?- A partir de esto nuestra conversación se basó en lo ocurrido en su casa, como su host-mum había sido engañada al igual que Nathally y demás asuntos salseantes sobre el vínculo que existía entre nuestras familias.
-Por cierto estás invitada a mí fiesta de bienvenida va a ser esta semana, ya te mandaré un mensaje con las indicaciones y demás- le dije tan emocionada con la esperanza que me respondiera con un amplio sí.
-¡Por supuesto que estaré allí cuenta conmigo para lo que sea, hoyuelos!- emmm me acaba de llamar hoyoules o ha sido mi imaginación.
-¿Hoyuelos?-dije algo sorprendida.
-Sí, es que me encantan tus hoyuelos son preciosos y me pareció bonito llamarte así, como un apodo entre besties de intercambio- sonaba algo avergonzada.
-Ohh me encanta, rubia- dije para calmar la tensión, mientras notaba como la sangre subía hacia mis mejillas y estas se sonrojaban.
-¿Con qué rubia, eh?-se rió a través de la línea y me dió la sensación de que sus mejillas también lucían un color rosado.

Estaba a punto de despedirme cuando un largo brazo detrás de mí cogió mi telefóno y colgó por mi. Como no era Cassian, siempre tan oportuno.

-¿Llamando al novio a estas horas?- yo me quedé muda que le iba a contestar a eso, pero antes de que pudiera pensar él prosiguió - ¿Ahora te ha comido la lengua el gato, torpe?- Odio que me llame así.
-Bueno el señor sarcástico ya ha hecho su guardia de noche. Y aunque estuviera hablando con alguien eso a ti no te incumbe - las palabras salieron solas de mi boca en un tono algo borde.
- Sí, mientras estés en esta casa si me incumbe, soy como el hermano mayor de estos dos- dijo algo serio como si se tratara de un sheriff del oeste refiriéndose a Ryan y Candy.
- Bueno da igual, dame mi teléfono y prometo que me voy a mí habitación, agente.- Ya me estaba cansando de esta situación somos como el perro y el gato, además les prometí a los Brown portarme bien con él.
- No es tan fácil co...- dicho esto él empezó a correr con mi teléfono por toda la casa.
Yo solamente lo seguí tan rápido como pude, no se cómo pero corre muy rápido; parece un leopardo.
Al llegar al salón lo alcancé pero como era de esperar mi torpeza no tardó en aparecer; pues me tropecé y ambos caímos sobre el sofá, yo encima de él.

En ese instante que parecieron años, mi cara se encontraba a pocos milímetros de la suya, tanto que pude apreciar algo mejor la forma de su cara y lo reluciente que era su piercing. Y había que admitirlo, era muy guapo.
Al poco como si no me diera cuenta se empezó a acercar hasta que nuestras narices se rozaron, él como era de esperar me dedicó una de sus sonrisas tan características, una sonrisa de lado, la cual jamás llegué a pensar que a alguien le podría quedar bien.

-¿Ariana en qué piensas? La única persona a la que le queda bien todo eres tú, vale eso ha sido muy leo de mi parte. Desde la conversación que tuve con Ava sobre la astrología este tema me ha empezado a recordar a ella. Ariana estás pensando en Ava mientras tienes a milímetros a Cassian. Cállate de una vez subconsciente.

Nota de Autoras
Uff este capítulo ha venido fuerte, ¿Creeís que de aquí saldrán parejas? Dejen sus apuestas...
Esperamos que os haya gustado 😊

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⏰ Última actualización: Apr 30, 2021 ⏰

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