El día anterior había empezado a llover, solo parecía ser una llovizna, pero en la noche, después de que el ruso se fuera, la lluvia se intensificó, y aún así Rusia llegó al siguiente día.
¿Quien iba a pensar que lo de afuera se convertiría en una tormenta que impediría salir a cualquiera?
Rus- Papá me va a matar. - Miraba por la ventana como la intensa lluvia arrasaba con todo, los árboles se movían a tal punto en que podían salir volando, y pudo haber jurado haber visto a alguien ser arrastrado por la lluvia, aunque no pudo distinguir quién era. - Deje su ropa tendida. - Y así como pensó, un árbol termino cayendo al igual que un poste de luz, por lo que la luz se fue.
El estadounidense no dudo en decirle al menor que se quedará a dormir, por qué no iba a desaprovechar esa gran oportunidad que el cielo le brindaba. Obviamente esté acepto, no es como si hubiera tenido otra opción. Pero había algo que le preocupaba al mayor. Las náuseas y vomitos nocturnos. Ocurrían todos los días, no podía evitar vomitar toda la cena y no quería que el ruso lo viera por qué sabía que lo haría sentir mal.
Después pensaría en algo, por ahora tendría que ingeniar un plan para acercarse más a Rusia.
USA- ¿Que te dijo? - Pregunto cuando el menor entro al cuarto con el celular en la mano.
Rus- Me grito, me dijo que le dijera dónde estaba y que el vendría por mi, pero la señal se "corto". - Hizo comillas en la última palabra sabiendo que había fingido no escuchar y que al final había colgado con la excusa de que había mala señal. - Todavía no se da cuenta de que su ropa de quedó en el patio. - Se sentó junto al mayor que ya estaba listo para acostarse.
USA- Soltó unos risitas haciéndose a un lado para que el menor se acostara. - Debe ser difícil vivir con tu padre.
Rus- Si, es... complicado. - Suspiro mientras se cubría con las cobijas, dándose cuenta de que eran muchas. - Es muy sobreprotector, piensa que sigo siendo un niño.
USA- Pues para mí lo sigues siendo. - El ruso lo miro con algo de molestia, pero su expresión cambio cuando el mayor lo abrazo recargandose en su pecho. - Después de todo yo tengo más de 400 años, y tú ni 100 años has cumplido.
Rus- Espera ¿Tienes 400 años? - A pesar de estar nervioso por la cercanía, no pudo evitar sorprenderse por la edad del estadounidense, que solo asintio mientras bostezaba. - Tienes 5 veces mi edad.
USA- ¿Entonces tienes como 80 años? - Quería mantenerse despierto y seguir hablando con Rusia pero el corazón de este sonaba retumbaba en su pecho y eso de alguna manera le calmaba al punto dormirse.
Rus- Aproximadamente.
USA- Vaya, eso me hace sentir más viejo. - Ya estaba más dormido que despierto, parecía estar hablando dormido, arrastrando las palabras o diciéndoles a medias.
Rus- Eres un viejo. - Quiso reír al ver cómo el mayor fruncia el seño aunque estuviera casi dormido, a su parecer se veía demasiado lindo.
USA- Respeta a tus mayores, maldito niño.
El ruso solo río, USA medio dormido daba risa, no por lo que decía, si no por su expresiones tan raras. No importaba que estuviera babeandolo, eso le hacía verse más lindo.
Rus- Eres demasiado lindo. - Dijo lo que había pensado, sonrojándose al darse cuenta de lo que había hecho.
USA- Lo sé, soy hermoso.
Se alivio al notar que USA estaba soñando despierto, o ya estaba dormido y hablaba entre sueños. Pero eso tambien le hizo preocuparse.
No sabía cómo dormiría si su corazón no paraba de latir tan fuerte que lo escuchaba retumbar en sus oídos.
.
Ya llevaba más de cuatro horas tratando de dormir. Solo había logrado dormirtar unos minutos, pero el calor del americano lo despertaba, junto con su respiración que calaba sobre su piel y las manos que sin pena lo rodeaban.
Y ahora menos lo haría, por qué al volver a abrir los ojos vio el rostro del mayor a escasos centímetros del suyo. Había terminado por abrazarlo, el estadounidense acostado en su brazo, sus piernas habían terminado enredadas con las suyas y su propio brazo en la espalda del mayor.
Pero lo que más le molestaba ahora era la pequeña respiración que chocaba con sus labios. Provenía de los labios ajenos que estaban entreabiertos como si lo estuvieran invitando a besarlos, preguntándose otra vez sobre el sabor de esos labios.
Cereza.
Aquel sabor tan dulce y específico invadió sus propios labios. Fue apenas un roce, tan pequeño que apenas y duro un segundo, pero eso basto para lograr percibir el fuerte sabor a cereza, y también para que su cara se pusiera tan roja de la vergüenza. Pero aún así abrazo más fuerte al mayor, acercándolo hacia su pecho para después comenzar a acariciar su cabello, y volviendo a ver sus labios.
¿Cómo podía resistirse a esos labios?
Esta vez se tomó su tiempo, acariciando su rostro notando sus facciones relajadas, sus pestañas largas que lo habían ver más hermoso, y las estrellas de que estaban dispersar en un lado de su cara, las trataba de memorizar y distinguir.
Junto su frente con la del mayor, terminado a escasos centímetros de sus labios, quería volver a hacerlo, confirmar que sus labios sabían a cereza. Pero no podía, se estaba aprovechando de alguien dormido.
Pero las manos del americano lo tomaron de la nuca, volviendo a juntar sus labios.
Esta vez el beso fue más intenso, nada subido de tono, pero si lleno de sentimientos. Los labios del mayor se movían lentamente sobre los suyos que estaban casi inmóviles por la sorpresa. Solo cerró los ojos siendo embriagado por el sabor a cereza de los labios contrarios.
USA- Piensas demasiado. - Dijo al separarse, pero sin alejarse del rostro del ruso para poder darle otro beso pero de pico. - Y es cierto...no sabes besar.
Rus- ¿Es...estabas despi...?
USA- Te enseñaré besar. - Se oculto entre los brazos del menor, no sabía si algunos de los dos podría dormir después de lo que había pasado, pero estaban tan avergonzados por lo que había hecho que preferían fingir estar dormido. - Es lo justo por ayudarme con mi problema. - Sintió los brazos del ruso apretándolo más fuerte.
Rus- Está bien. - Le dió un beso en la frente para después recargar su barbilla en la cabeza del americano. No sabía si era buena idea o no, pero no era tiempo de pensar en eso, ahora solo tenía en mente el sabor a cereza.
¡Ya se besaron estos pendejos!
No podía publicar el capítulo, me decía que no había conexión de red pero si tenía internet.
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ªNØR3XĪÇ
FanfictionAnorexia: Trastorno alimentario que provoca que la persona se obsesione con su peso y lo que ingiere. Quién diría que cierto americano sufriría de aquel trastorno. Rusia solo lo creyó cuando lo vio tirado en el suelo notando lo delgado que estaba...