"Memorias de una fiel amiga"

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Evelyn Martinez Murgia

¿Qué significado tiene realmente escribir un diario?¿Cuál es el propósito de este? Bueno, eso es algo que se podría responder de muchas maneras, y que sin duda alguna, una chiquilla de trece años lo dejó más claro en una sola frase: "el papel es más paciente que las personas". Aquí, nos referimos a Ana Frank, que a sus trece años comenzó a redactar su diario, que era más su amiga incondicional, desde la primera vista fue como si hubieran creado un vínculo especial, vínculo que muchos podrían decir inquebrantable.

Nos remontamos a los años donde el régimen nazi infundía temor y agonía, justo en el transcurso de la Segunda Guerra mundial, Ana y su familia, al ser judíos se vieron en la obligación de esconderse debido a que su grupo religioso era mandado a los más crueles y terribles campos de exterminio.

La joven escritora de trece años narró con detalle y una envidiable sutileza los hechos que pasaban en el anexo donde ella, su familia y otras personas -que al igual que ellos debieron esconderse- presenciaron durante su estadía ocultos de aquella terrible guerra.

Ana Frank, a menudo decía en su diario "Kitty" la forma en la que transcurrían las noticias a su alrededor, sin embargo, también objetaba mucho de su vida tanto personal como familiar, la forma en la que escribía, su manera de sentir, el como entendía su mundo, simplemente eran tan conmovedores que mis ojos en ocasiones se llenaron de lágrimas, ¿Cómo es posible que una niña de trece años tuviera esa prosa y lírica tan hermosa? Es algo que hasta ahora he meditado, pero, como escritora novata entiendo el gran esfuerzo que conlleva llegar a ese nivel, y el justo hecho del porque este libro es uno de los testimonios más representativos de este horrible hecho que fue la Segunda Guerra mundial, y de lo que psicológicamente pudieron pasar muchas de las personas que en aquellos momentos se mantuvieron en la clandestinidad.

Ana Frank, como muchos otros judíos al ser descubiertos, fue separada de su familia y llevada a esos campos de exterminio a los que a muchos al llegar les mandaban a las cámaras de gas, algo que la misma Ana decía que era una forma rápida de morir, aunque ella, no murió gracias a este método, si no que adquirió Tifus (tifoidea), falleció dos meses antes de que el campo donde se encontraba fuera liberado.

¡Llegar hasta este punto fue tan difícil! Aunque más lo fue terminar a Kitty, que en sus páginas relataba tantas anécdotas, algunas divertidas y otras muy controversiales por así decirlo. Este libro siempre ha sido de mis favoritos, y, a pesar de que sea un texto autobiográfico está tan lleno de matices, y la escritura es tan amena, que es como si estuviera leyendo a alguno de los escritores clásicos de aquella época, sin embargo, no se deja de lado la manera en la que la joven Ana transmitía sus sentimientos a su diario, en este ella se daba a conocer como una escritora franca, sensible y extrovertida, algo a lo que se refería como un «amasijo de contradicciones» pues pensaba que su alma estaba dividida en dos, y esto, a lo largo de sus escritos fue un tema con el que luchó a más no poder, pues como muchos, ella tenía problemas consigo misma, y tan solo a Kitty se lo podía contar sin miedo a ser juzgada o menospreciada.

Con todo esto te pregunto: ¿Tu que hubieras hecho con un diario así?¿Te hubieras tomado el tiempo para escribir? Eso es algo que tú mismo debes responder, pero ahora te invito a leer el Diario de Ana Frank, que seguramente te dejará con la boca abierta, y más allá de cuál sea tu opinión, te darás cuenta de lo bellas que fueron sus palabras. Cada historia es especial, desde las más simple hasta aquellas que son complejas y que nos estrujan el corazón, y que sin duda son anécdotas que estuvieron, están y que siempre vivirán en las memorias de una fiel amiga.

"Memorias de una fiel amiga" (ensayo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora