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cuando tobio se enteró de que su hermanito comenzó a salir con un chico, escupió absolutamente toda su leche; no tenía nada que ver el hecho de que su pareja era hombre, pues ya sabía perfectamente sobre los gustos del menor, sólo que le había afectado saber que su pequeño hermano ahora tenía un novio.
¿shōyō se llevó una buena regañada? claro que sí, tanto por parte de su padre sawamura como de sus hermanos tobio y yū (los dos eran -son- muy celosos), aunque también se llevó una felicitación por parte de su otro padre kōshi, siendo éste regañado por su padre castaño al apoyar que el menor de los hermanos tenga pareja.
y también recibió burlas por parte de su hermano kei, quién era menor a él por un par de meses.
obviamente hubieron discusiones, las cuales se basaban principalmente en si el chico que «se robó a nuestro hermanito» (palabras exactas de sus hermanos mayores) era una buena influencia para shōyo o no. ahí es donde entra el pánico actual de el pelinaranjo.
digamos que su novio no es la persona más... correcta del mundo. a él le gusta beber con sus amigos en las noches, salir los viernes y volver en las madrugadas, incluso tiene algunas perforaciones y un tatuaje (y corte de niño que se cree cholo, pero no hablemos de eso).
aunque su pareja también tenía cosas buenas, como el hecho de que él también sentía pasión por el volley -deporte que shōyō y todos sus hermanos practicaron desde pequeños-, además, respecto a lo "malo" de su novio, éste mismo era muy responsable cundo se trataba de su naranjita con patas; nunca dejaba que shōyo beba, ni tampoco le había incitado a ser como él (en el aspecto de sus gustos y hobbies).
pero... quizás eso no sería suficiente para su familia, pues ahora éstos querían conocer a su "misterioso" novio.
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—¡atsumu, idiota, no te rías!
—e-es que-- —y nuevamente volvió a carcajearse, ganándose esta vez un manotazo en la nuca por parte de su amigo azabache (alias el anti-covid19).
—deja a shōyo en paz, además de que está teniendo una crisis tú te burlas, mal amigo.
el teñido no pudo evitar volver a reír como una hiena siendo asesinada, así de horrible. shōyō golpeó su propia cabeza contra la mesa de la cafetería, y kiyōmi le miró con rechazo. «ew, eso tiene gérmenes, shōyo», le regañó con asco.
