Naruto, kiba y lee estaban en el parque paseando a akamaru cuando de repente se encuentran con un gatito herido y deciden llevarlo a su club.
Se encargaron de curar sus heridas y decidieron dejarlo descansar y llamar a los demás chicos, pero sorpre...
Era un hermoso día, Naruto, kiba y lee daba un paseo junto a akamaru, disfrutaban de la tranquilidad del pequeño parque. Como siempre todo era normal para el grupo de amigos.
—Al fin un poco de paz—Celebraba un rubio de ojos azules, mientras miraba el hermoso cielo cubierto de nubes.
—Tienes razón—Apoyó Kiba, el dueño de akamaru—La profesora Anko no deja de mandarnos tareas—se quejó con un puchero.
—¡Es que ella es malvada!—Lee aun recordaba como la profesora anko trajo una serpiente y la coloco en su cabeza, y como todo hombre dio un grito de niñita— ¿Acaso no viste su cara de loca?
—Lee tiene razón, ella es una bruja malévola—se rieron por el comentario del rubio y siguieron con su paseo mientras charlaban.
De un momento a otro akamaru perdió el control, sintió un aroma extraño, sus sentidos se agudizaron y siguió el rastro del extraño olor a toda velocidad, solo sabia que alguien estaba en peligro. Akamaru no era un perro normal, kiba se había encargado de enseñarle muchas cosas, el ya no era una mascota, el era un miembro de la familia, un hermano.
—¡Akamaru espera!—Grito kiba mientras salía corriendo detrás del alterado perro. Naruto y Lee no tardaron en seguir al castaño.
—¡¿Kiba, qué le pasa a akamaru?!—preguntó Naruto algo alterado por la repentina carrera.
—No lo se, pero al parecer olfateo algo—dijo kiba—¡Rápido o lo perderemos de vista!—Gritó, aumentando la velocidad.
Estuvieron así un rato hasta que akamaru se detuvo en medio de unos arbustos, con una de sus patas señalo un lugar en especifico. Algo dudosos los chicos decidieron acercarse hasta el lugar, pero no esperaban encontrase con algo así.
—Pero que rayos...—Susurró Naruto.
—¡Es un gatito!—dijo lee con emoción, pero rápidamente se fijó en el pésimo estado del felino—¡Esta herido!—avisó con preocupación.
—Que raro, Akamaru odia a los gatos, no entiendo porque nos guió hasta el—Los chicos se quedaron pensando sobre lo que dijo Kiba ya que tenia razón, Akamaru odiaba a los gatos y no soporta tenerlos cerca, entonces ¿Por qué los guió hasta el?.
—No lo se, pero hay que ayudarlo—dijo decidido Naruto y procedió a tomar con cuidado al pequeño gatito que ahora se encontraba inconsciente, lleno de golpes y heridas.
En el momento en que Naruto lo sacó del arbusto pudieron contemplar mejor al gatito, era pequeño y de un pelaje negro con tonos azulados, a pesar de estar sucio seguía teniendo un brillante y suave cabello
—Pobrecito esta muy delgado y cubierto de heridas—dijo lee con un tono triste, al parecer el gatito no ha comido en semanas y no solo eso, el pobre debió haber sido maltratado, además de que su cabeza sangraba.
—¿A donde lo llevamos?— preguntó alterado Kiba.
—Que les parece si lo llevamos a nuestro lugar de reuniones—Naruto se había encargado de envolver al pequeño gatito con su chaleco, la sangre dejo de escurrir por la pequeña cabecita—Casi siempre estamos allí, además de que hay comida y un botiquín de primeros auxilios.
—¿No seria mejor llevarlo a un veterinario?—Volvió a preguntar el castaño.
—Recuerda que no tenemos dinero, no podremos pagar la consulta y conociendo a la gente de ahora seguramente no querrán hacerlo gratis.
Kiba sabia que Naruto tenia razón, no tenían otra opción, ellos se encargarían de curar el pequeño felino que ahora dependía de ellos.
—Bueno pero tendremos que avisarles a los demás—dijo Kiba, dando por finalizada la conversación, los tres muchachos se pusieron en marcha rumbo a su "lugar secreto".
—Llegamos—se detuvieron en un cabaña algo vieja decorada de una forma muy rara, tenia una combinación extraña de colores, al parecer no se habían decidido y al final decidieron combinar todos lo colores. Akamaru se quedó afuera y se recostó en un cojín.
Entraron y se quitaron sus zapatos, dejándolos en la entrada, Lee se encargó de reunir los cojines y almohadas donde el gatito se recostaría. Naruto agradeció a lee y recostó con sumo cuidado al pequeño gatito. Kiba trajo el botiquín y juntos empezaron a limpiar y curar las heridas del felino.
Una vez terminaron de curarlo lo arroparon con muchas mantas y decidieron dejarlo descansar, se veía que era la primera vez que podía dormir tranquilamente.
—Uff terminamos—exclamó Naruto mientras estiraba sus brazos, tronando un poco sus huesos.
—Deberíamos ir por los demás—sugirió Kiba y se pusó de pie imitando la acción del rubio.
—Tienes razón, debemos preguntarles si el gatito se puede quedar aquí—Aunque no les importaba si los demás decían que no, el gatito de quedaba y nadie se los iba a negar.
—Entonces andando, de paso que compramos comida para gato.
Los chicos se encaminaron en busca de los demás dejando al gatito dormido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿A si que estaba herido?—preguntó un castaño de ojos perla.
—Si, el pobre no ha comido en semanas, tuvimos que envolverle la cabeza para que deje de sangrar, hay que esperar hasta que la herida cierre—dijo kiba, sin ocultar su tristeza.
—Debe tener mucha hambre, ¡por suerte traigo mucha comida!—Choji abrazaba con fuerza la comida para gato.
El grupo al fin se había reunido. Kiba, Lee, Naruto, Shikamaru, Choji, Gaara, Neji y Shino iban directo a su lugar de reuniones, Los tres chicos se encargaron de contarles todo lo que había pasado y del como encontraron al gatito, por suerte el resto de chicos que formaban el grupo no se negaron en recibir al gatito en su hogar.
—¡Ya llegamos!—gritó Naruto.
—¡Ya verán, es un gatito muy hermoso!—dijo lee lleno de emoción.
—Lo admito, es un gatito lindo, eso que yo odio a los gatos—El castaño se cruzo de brazos mientras los demás reían.
Dejaron sus zapatos en la entrada y se dirigieron con confianza a la sala, esperando encontrase con un pequeño gatito, pero al momento de llegar no se encontraron con ningún gato...Se quedaron paralizados al ver lo que tenían enfrente...
