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🥀
El cielo estaba nublado, el viento soplaba algo perturbado y el ambiente era triste, al igual que aquella chica pelinegra que se encontraba viendo nostalgicamente la foto que traía en manos, de la que alguna vez, fue su pareja.
Del cielo empezaron a caer gotas de agua, al igual que de los ojos de la jóven, pero se estarán preguntando...
¿Por qué?.
Bueno, la razón en simple. Lo habia arruinado.
Si bien ya habia pasado varios meses, aún se sentaba a llorar en aquella habitación mientras sostenía y apreciaba aquella foto de ella.
Roseanne realmente se odiaba por todo lo que hizo, se culpaba a si misma de que todo lo que le pasó fue culpa suya, pero, que más daba, ella ya no estaba, ella era feliz, y si ella era feliz, Roseanne también lo era, aunque no lo parezca...
Rosé le había hecho daño, la había hecho llorar, la habia dañado, joder, había arruinado a la persona que más amaba en ese maldito mundo. Pero que más se puede de esperar de alguien como ella, una chica llena de inseguridades, con una mente dañada desde pequeña, una chica con falta de amor propio, que fingió toda su vida ser alguien que no es.
Pues ahí estaba su respuesta, una dolorosa respuesta. Tal vez quieran saber lo que pasó, entonces viajaremos un poco al pasado, cuando su primera pelea se hizo presente.
La primera de muchas otras...
Tiempo atrás.
Y ahí estaba una Jennie, deprimida y con la cabeza hacia la nada, pensando en cómo resolver el problema que tenía con su amada novia.
Ella realmente no entendía como pasaron de caminar por un parque riendo mientras comian helado, hasta llegar a casa en donde sólo se escuchaban gritos por parte de su novia, nunca la habia visto así, ni en sus peores días, por eso mismo se asustó y trató de mantenerse calmada para no alterar a su pareja.