Creando mi final feliz...

¿ Buen Comienzo ?

-Dios, voy a llegar tarde al salón - le hecho un vistazo a unas escaleras que llevan a lo que parecen ser unos salones

-Gracias dios-digo mirando al cielo.

Subo las escaleras y veo unas puertas de madera muy elegantes, estoy buscando el salón de grado 11

-Bingo –digo cuando encuentro el salón al fondo

-Ahora abran su libro en la página 44, vamos a ...- antes de que pueda terminar de hablar yo interrumpo entrando al salón

-Chicos ella es Luna, nuestra nueva alumna-dice mientras extiende su mano enseñándome donde debo ubicarme

Con un poco de vergüenza por sentir todas las miradas sobre mí, camino hacia donde la profesora acaba de indicarme

De verdad las peores vergüenzas de tu vida las pasas en el colegio cuando expones, cuando te llaman la atención, cuando te levantas para participar en clase o cuando te cantan el cumpleaños esos para mí son los momentos más incomodos de la historia

(...)

Pasaron unos cuantos minutos y ya pude ubicarme bien en la actividad que estaban haciendo, no era para nada difícil. Pero siento que alguien me está viendo, volteo a ver y es un chico musculoso con el pelo castaño oscuro, con los ojos café oscuro, su piel blanca y un arito en los labios, él era muy guapo

(...)

No pasa mucho tiempo y siento como alguien me toca el hombro para que yo voltee, me volteo para ver quien me toco el hombro y el chico tiene una bella sonrisa en su cara, me detalla con la mirada y sus ojos se quedan en mis labios

-¿Hola, como te llamas?

Me quedo pensando en que decirle –solo te pregunto cómo te llamabas no si le podías decirle la tabla del nueve-

-L-Luna y tú? -No puedo creer que tartamudee, pero para mí defensa él tiene un aspecto de chico malo que me encanta y también me intimida

-Mucho gusto L-Luna- dice riéndose de mi tartamudeo-yo me llamo Diego

Cojo un poco de seguridad e intento no tartamudear

-Pues mucho gusto Diego

-Lo mismo digo Luna-me dice con esa bella sonrisa

(...)

Cuando llega la hora del descanso voy a la cafetería y me compro una empanada y una gaseosa, me tengo que sentar sola porque como siempre soy la típica chica solitaria que no consigue ni un amigo imaginario para sentarse a comer.

(...)

Cuando ya termina la última clase que me tocaba hoy, bajo las escaleras viendo mi celular para ver donde tenía que ir ahora para encontrar la ruta, apago mi celular cuando termino de bajar las escaleras y veo a un chico musculoso, rubio y con los ojos azules (Acaso todos los chicos de este nuevo colegio eran como dioses griegos?) el chico rubio hablaba con una chica, los dos se veían un año mayores que yo, probablemente ese chico rubio sabría donde se encontraban la fila para subirme a la ruta

-Oye - le digo tímidamente, el chico se voltea y me mira - ¿sabes dónde es la fila para subir a la ruta?

El chico me mira y me da una sonrisa-De que ruta eres? -Me pregunta aun con esa sonrisa tan hermosa

-De la ruta 5-le digo y siento que me arden las mejillas, no me imagino lo roja que debo verme en este momento, Dios que vergüenza

-Pues aquí es la fila para la ruta 5 y tienes suerte porque creo que tú y yo vamos a ser compañeros de asiento-me dijo con un tono juguetón y coqueto