Control «The gifted»

012

John había ido a buscar a Jade, quien estaba muy entusiasmada de haber visto a Carmen nuevamente. Sin embargo, su pareja no estaba muy de acuerdo con la amistad, con ella porque sabía lo manipuladora que era esa mujer. A la mañana siguiente, el equipo de rescate se encontraba en la sala de comando reunidos hablando de la situación actual.

—Eclipse descubrió que el convoy militar trasladará a Lorna y a Reed a un aeropuerto militar... —Jade selecciona la imagen, proyectándola en la pantalla mientras que John explicaba. —Basados en la ruta, el mejor lugar para atacar es un viejo almacén en el distrito Peachtree.

La pareja se miró por unos instantes cuando el lugar que debían atacar se proyectaban para luego mirar a Clarice. —Cariño, ¿puedes abrir un portal para entrar en el autobús?

La susodicha sintió nervios al escuchar el apodo. —Si el conductor puede ver, yo también... pero si el camión se mueve podría convertirse rápidamente en un desastre.

—¿Parar el autobús?, no será fácil.

—Jade puede hacerlo—dice Sonya, haciendo que todos la miraran. —Digo, puede controlar al conductor para que pare.

—Por primera vez en mi, en mi estadía aquí, estoy de acuerdo con ella—concuerda la rubia, pero John y Clarice no estaban muy a gusto con la idea. —Puedo hacerlo.

—¿Y si derretimos los neumáticos?

—¿Cuándo tendremos el horario del convoy? Se fue hace tiempo, Johnny. —la rubia suspira frustrada, estaba cansada de que ella dijera o hiciera cosas que no debería, con respecto a su novio. Estaba celosa.

El nombrado siente la molestia de su novia, por lo que le da una mirada amenazadora a Sonya. —Y regresará, está trabajando en eso.

—Oigan, derretir neumáticos con un láser no es muy sutil—interviene Caitlin. —¿Qué ocurrirá después de eso? Una batalla y personas muertas. Nuestra meta es rescatar a Reed y Lorna con vida.

—Caitlin tiene razón, en lo posible, debemos hacerlo sin que haya decesos—habla Jade cruzándose de brazos. —Así que está decidido, yo me encargaré de detener al conductor.

Sale de la sala sin dirigirle la mirada a nadie y decide ir a su habitación a descansar su mente. Por otro lado, John quiso seguirla, pero Sonya se interpuso en su camino y a lo lejos logró ver a Clarice ir hacia donde su novia. Tensa la mandíbula y dirige su mirada iracunda a la pelirroja.

—No estoy de humor, Sonya. 

—¿Qué sucede, Johnny?

—¿En serio lo preguntas? Por tu culpa mi novia tiene de pretendiente a Clarice, a la que no le podemos decir nada porque la necesitamos—murmura entre dientes mientras que se acercaba a Sonya molesto. —Todo por tus malditos celos innecesarios porque no somos nada. Traté de sobrellevar la situación, pero no quiero perder a Jade... ella ha sido la única en mi mente así que deja de seguirme porque no volveré a dejar a Jade.

—Pero... —balbucea Sonya con los ojos llorosos. —Johnny...

—Y deja de llamarme así. 

Sonya cierra los ojos bajando la mirada sintiendo su corazón partiéndose cada vez en más pedazos por todo lo que el hombre que le gustaba le había dicho. Nuevamente sintió la ira correr por su ser, nuevamente la dejaban de segundo plato, nuevamente elegían a Jade por encima de ella.

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