Capítulo 1: Muérdago.

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Se podían observar las calles de la Ciudad de Nueva York cubiertas completamente por una suave capa de nieve y unos radiantes rayos de sol sobre estás,.el alba salía en su totalidad.

A pocos metros de la entrada de un edificio, se observaba a una muy alegre Hermione con una sonrisa radiante en su  rostro. Eso era tan típico en ella, llevaba entre sus manos una pequeña charola de 4 compartimientos con vasos de café, un obsequio y en su brazo su bolso de mano.

- Buenos días. Yo te abro la puerta.- dijo la castaña a Hagrid, al ver que este llevaba las manos ocupadas en su totalidad.

- Gracias, Hermione.-

- De nada.- contesto para disponerse a entrar, pero otros más de sus compañeros la empujaron a un lado para aprovechar que le había abierto la puerta a Hagrid. Después de dejar pasar a algunos compañeros, se dispuso a entrar al lugar.

- Disculpen. Yo solo...- decía Hermione mientras era aplastada y empujada por sus compañeros para subir al ascensor, la única que no alcanzo a subir fue ella.

- Lo siento.- le dijo Dean encogiéndose de hombros con una falsa sonrisa.

A ella solo le quedo apretar el botón de subida del ascensor por fuera, para después ver como se cerraban las puertas y esperar el siguiente turno.

- ¡Hermione!- dijo una chica que llegaba por detrás de ella.

- Hola, Ginny.- dijo con una sonrisa.

-Gracias por esperar.-

-Aquí tienes.- dijo mientras le entregaba uno de los cafés que llevaba.

- Que linda, eres una santa. Oye, ¿Pudiste revisar la cuenta de Black?-

- Lo siento, Ginny. Estoy muy ocupada.- respondió apenada.

- Vamos, va a ser rapidito.- dijo con una sonrisa.

- Claro, ¿Sabes qué? lo...lo puedo hacer a la hora del almuerzo.- dijo con culpa.

- Muchas gracias.-

- De nada.-

A los pocos segundos, su jefe...Harry Potter, llego hacia ellas mientras hablaba por teléfono.

- Francamente...por como va todo, la Navidad se está volviendo un gran dolor de cabeza.-

Mientras el ojiverde hablaba ambas chicas intercambiaron miradas y un par de sonrisas coquetas. Aunque él fuera su jefe, ninguna podía negar que él en palabras de Ginny era "Un Dios griego".

- Ya lo sé, La Navidad no es como la mayoría la pintan. Intenté que funcionara. Si no te gusta, tal vez tú deberías hablar con él.-

Hermione puso atención a cada una de las palabras que pronunciaban los labios de Harry, ella quedo un tanto intrigada por como él se refería a la Navidad. 

- Luego te llamo. Sí.- dijo Harry al ver las puertas del ascensor abrirse para después introducirse a el junto con las chicas.

Antes de que se cerraran las puertas del ascensor entró Neville en compañía de Cedric que llevaba su casco todavía puesto; del cual colgaba muérdago, según Cedric el tráfico en época navideña era un infierno, por lo cual en está época se transportaba en bicicleta. Neville era el VP de la compañía y uno de los dos mejores amigos de Harry, mientras que Cedric era su otro mejor amigo y el abogado de la compañía. Los 3 chicos que se encontraban en el ascensor se hicieron a un lado para dejarlos pasar.

- La Navidad no va a llegar. Te lo aseguro.- fue lo último que dijo Harry antes de cortar su llamada, lo cual causo desconcierto en sus amigos, los cuales intercambiaron una mirada de confusión.

Un Deseo Para Navidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora