| Ocho |

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Enzo.

Veo el cuerpo de Nix salir de mi clase, dejándome la palabra en la boca y casi gruño.

Le había visto hablar con Nathaniel durante mi clase. De vez en cuando había escuchado como reían de alguna gilipollez que había soltado el tío.

Y me había molestado entre bastante y mucho.

Nix, te creía más lista.

No veo a Nathaniel como el tipo de mi hermanastra. Se merece algo mejor.

Y no me jodáis diciendo que son celos porque... simplemente que no

Nix.

No sé qué pasa pero las clases se me hacen cada vez más largas. La hora de Matemáticas acaba y comienza el recreo.

Estaría feliz si no fuera porque, mi jodido profesor-hermanastro me había mandado a dirección.

Al entrar, veo que Enzo ya está aquí.–Llegas tarde Nix.

–Montgomery no nos ha dejado salir a la hora- me defiendo.

–Siéntate- ordena señalando con la cabeza la silla que tiene en frente. Sin protestar-raro en mi- me siento.

–¿Me vas a decir de qué hablábais tú y Nathaniel?

–Te vuelvo a repetir que no te importa, hermanastro- sonrío con malicia.

Sin decir nada, saca su móvil del bolsillo y teclea algo, luego se lo lleva a la oreja.

–Blanca... Sí, soy Enzo... tu hija esta descontrolada- abro los ojos inmesuradamente –No atiende en clase y, habla mucho con...–Antes de que pudiera acabar, le quito el móvil de la mano.

–Mamà, no le hagas caso. Está muy mal de... -Miro a Enzo y veo que se está partiendo el culo de la risa. Frunzo el ceño y miro el móvil. No está llamando a nadie.

–Eres idiota, de verdad- escupo.

–Soy tu profesor, Nix. Tienes que tener respeto. Muerdo mi lengua para no soltarle una barbaridad. En cierta parte, Enzo tiene razón, al menos en el instituto es mi profesor.

Respiro profundamente y me relajo, dejándome caer en el asiento bajo la mirada de mi hermanastro.

Mi móvil suena en mi bolsillo y me apresuro a cogerlo. Es mi madre.–¿Puedo, profesor? –digo sonriendo con sarcasmo.

Mi hermanastro asiente con una esquina de su boca alzada.–Mamá- digo una vez que contesto a su llamada – ¿Habéis llegado bien?

–Sí, llegamos bastante tarde y preferimos no molestar. ¿Qué tal Enzo y tú?

Miro a mi hermanastro preguntándome que responder –Eh... Bien– respondo simple.

–Me alegro mucho. Te dije que Enzo era un gran chico.–Me abstengo de rodar los ojos

–Si mamá, tienes razón- digo falsamente. No quiero que esté pensando allí en mí y amargarle.

–Bueno cariño, me tengo que ir a una reunión, dale un beso de mi parte a Enzo.

–Tranquila, se lo doy. Te quiero- me manda un beso y cuelgo

–Mi madre te manda un beso- informo a Enzo y este sonríe.

–Puedes irte, Nix. Nos vemos en casa.

Nos vemos en casa. Qué raro suena.

Me levanto y salgo de la dirección después murmura una despedida.

Nada más salir me choco contra un pecho. Alzo mi vista y veo que se trata de Carter. Mierda.

–Hola, cariño...- le corto rápidamente.

–Que no me llames cariño, joder- escupo cansada.

Pero sigue:–Vuelve conmigo, por favor. Dame una oportunidad, otra más.- y aquí estamos de nuevo.

–Estoy al pelo de un calvo de denunciarte por acoso, Carter.

Intenta acercarse pero doy un paso atrás –No te lo repito. Un paso más y grito- amenazo seriamente.

–Carter retrocede si no quieres quedar sin herederos–África viene en mi rescate, coge mi brazo y tira de mi alejándome del acosador de mi ex.

Y AQUÍ EL ÚLTIMO DEL DÍA.

En cuanto acabe todos los exámenes incrementaré el número de capítulos diarios.

instagram: @lidiasstorm

Os mando muchísimo amor.<3

–Lidia.

¿Mi hermanastro? Mi profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora