La bestia encierra a bella

40 5 0
                                    

Su madre cuando era niña le contaba muchos cuentos, cuentos que para ella algunos no parecían verdad, ya sea sobre las historias de los dioses hasta llegar a uno donde un príncipe fue transformado en bestia y encierra a una hermosa doncella en su castillo. Con la finalidad de que aquella doncella lo amara.

Tal vez ese cuento era el que más le gustaba, puesto que llevaba magia por todas partes y en vez de hacerla dormir la hacia imaginarse a ella como la doncella en apuros.

Rodeada de objetos parlantes que la hacían sentir bienvenida, que la atendieran en un enorme palacio y vestir como una princesa aunque no lo era. Que la hicieran sentir en casa.

Siempre fue esclava por los hombres de su hogar y hasta ahora nunca tuvo que despertar sin que le estuvieran gritando. Abrió sus ojos sintiendo la luz del sol molestarle.

Se levantó con cuidado de una improvisada cama hecha de ramas y una tela muy suave, miró a todas partes y notó que estaba dentro de una carpa amueblada con algunos jarrones que olían a vino, una mesa en el centro y otra cama improvisada, solo que esta estaba debajo de una roca grande.

Miró todo con atención hasta que un objeto de color dorado llamó su atención, se acercó a él mirando con detalle el Vidente.

El objeto era adornado con una enredadera de color negro con unos detalles con color rojo, llevó sus dedos al objeto.

- No lo toques - escucha la voz de Serafín y se voltea con rapidez - Parece que ya estás bien - le dice y ella baja la cabeza.

- Lo siento, no quise... -

- Tú hermano a dado algunos problemas - le dice Serafín y Delfia no dice nada - Quiere verte, aunque no está autorizado para hacer eso - le dice y Delfia lo mira con lentitud.

- ¿Puedo...? -

- No querrás hacerlo - le dice Serafín mientras camina por el lugar, lejos de la chica - Ya está transformado y me imagino que no quieres verlo - le dice y Delfia traga saliva.

- Quiero verlo - murmura y Serafín la mira - Por favor - le suplica y el peliblanco lo piensa un segundo, la mira.

- Primero debes cambiarte - le dice Serafín y camina a la salida - Mandaré a unas doncellas a que te ayuden a asearte - le dice.

- Yo puedo... -

- No lo pregunte - le dice Serafín mirándola - Es una orden - dice severo y sale de la carpa, mira a dos mujeres a las afueras - Ayudenla a verse presentable - les ordena y estás asienten - Y vuelvanse mortales, no vaya hacer que se desmaye - dice y camina hacia una parte del campamento.

Las mujeres se miran confundidas pero terminan transformándose en sus anteriores versiones, caminan con unas canastas en mano hasta estar dentro de la carpa y Delfia se asusta al verlas.

- Si nos permite acompañarnos mi lady, vamos a ayudarla en su aseo matutino - le dice y Delfia las mira confundida, la chica las sigue hasta el bosque hasta que llegan a un arroyo - Quitese la ropa mi lady, nosotras nos encaremos de tallar su cuerpo -  le dice la mujer.

Pasaron algunos minutos donde Delfia se había quedado inmóvil hasta que lleva sus manos para quitarse la capa de su hermano con lentitud, sus prendas cayeron al suelo mientras se adentraba en el agua.

Las doncellas la siguieron y pasaron las esponjas por su cuerpo delgado, su estómago gruñó y las doncellas la miraron, Delfia apartó la mirada sintiéndose apenada. Cuando las doncellas terminaron secaron su cuerpo y la vistieron con un sencillo vestido de color magenta con unas sandalias de color marrón amarradas hasta sus rodillas.

Regresaron al campamento hacia la carpa y cuando ingresaron vieron que Serafín había hecho lo mismo y escuchaba algunas personas de su corte.

Con disimulo la condujeron hasta su cama que se encontraba en una esquina apartada para que no la vieran, pero esto no pasó desapercibido por Serafín.

Linea de sangre #2 《Serafín BLOOD OF ZEUS》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora