1×06: Hoy tengo una cita.

222 28 57
                                    

Anne

Fui detrás de Diana sin pensarlo para asegurarme de que estaba bien.

Se metió a los baños y cuando se metió a un cubículo le puso seguro.

- ¿Diana?¿Diana estás bien?

De la nada salio mi amiga con una sonrisa en su rostro y apretando los labios.

- ¿En serio caiste Anne?

- ¿Qué?

- Obviamente sabía lo que iba a pasar, no soy estúpida. Jerry es un chico que se hace el difícil, sin embargo pasará toda esta semana tratando de acercarse a mi y disculparse, pero... Se lo voy a negar. Cuando vea que este a punto de rendirse me "abriré" con el contándole uno que otro problema, y luego pum... No se podrá resistir a mis encantos.

- ¿Entonces tú plan es enamorar a Jerry para tener un acoston?

Ella todo los ojos.

- El no se enamorará, simplemente le gustare más.

- ¿Y no te afecta lo que las personas están diciendo?

- Anne, e vivido toda mi vida acostumbrada a los comentarios de la sociedad. Solo me interesan los comentarios de las personas que verdaderamente les intereso.

Hice una mueca y suspire.

- Bueno, espero que no te salga mal el plan.

Mire que se acercó al espejo y se puso gloss debajo de los ojos para que parecieran hinchados.

- Todo saldrá bien, Anne. Ya lo veraz.

°°°

Después de educación física entramos al salón de biología, que compartía solo con Gilbert. Así que decidimos trabajar juntos.

- ¿Porque tenemos que abrir a un sapo, ellos que culpa tienen? - Pregunté.

- Talvez hay en abundancia y quieren acabar con ellos.

- ¿Y si en algún momento hay sobrepoblacion también nos abrirán?

- No lo creo, supongo que el gobierno haría algo más discreto como crear una enfermedad para terminar con la mitad de la población.

- Eso no puede pasar Blythe. - rei por sus ocurrencias.

- Uno nunca sabe. - Dijo levantando ambas cejas y sonriendo de lado.

- Okay chicos, con cuidado tomen las pinzas y saquen el páncreas. Se supone que ya deben saber cuál es. - Hablo el maestro.

Cómo instinto lleve mis manos a las pinzas pero Gilbert hizo lo mismo, así que nuestras manos se rosaron.

Mi rostro tomo color y solté las pinzas de inmediato.

- Si quieres hazlo tu.

El sonrió castamente.

- Hagámoslo ambos.

Sin esperarlo tomo mi mano e hicimos el procedimiento que el maestro indico.

Esto es más romántico a cuando te ayudan a lanzar una bola en los bolos.

El timbre sonó y nos dirigimos hacía el comedor, fue como un instinto, ni siquiera lo planeamos.

- ¿Porque no te defendiste de Billy el otro día?

En seguida note que se tenso.

- Hay cosas que no puedo decirte Anne.

- Descuida, lo que menos quiero es presionarte.

80's || Anne With Ann eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora