Tuvo que volver a su hogar, temiendo tanto pero también, sabiéndose indefenso donde fuera que estuviera. Ese ente podía aparecerse donde fuera, a su parecer. O tal vez sólo se lo estaba imaginando mientras terminaba por enloquecer.
Ni siquiera le tomó importancia a dejar el carro mal estacionado, ahí se quedó sentado un momento sin animarse a entrar a su hogar, porque el silencio de la calle y la luz encendida en el interior de su casa no eran señal de que estuviera dentro su familia. Ahí no había más que habitaciones vacías esperándole.
Se escuchó a sí mismo suspirar, volteando a verse al espejo retrovisor comprobando que sus ojos todavía no dejaban de estar hinchados ni rojizos por el llanto. Cada tanto se aseguraba de estar solo, volteando a su alrededor con la esperanza de que ese hombre no se encontrara cerca.
Un golpe en su puerta le hizo gritar espantado, pero no había nadie fuera, en realidad el ruido fue causado por su teléfono que se deslizó de su bolsillo. Tragándose el miedo pero con el corazón aún agitado, se inclinó buscándolo en el suelo, todavía vibrando cuando lo alcanzó.
La llamada entrante era de Hoseok.
—Hyung. —dijo al pegarse el teléfono en la oreja, volviendo a mirar a su alrededor visualizando la calle obscura.
—¡TaeHyung! —le oyó claramente, casi creyó que estaba cerca. Se le quedó viendo a su casa, deseando ver a HoSeok ahí saludándole al recibirle— ¿Cómo te encuentras? Sé que es una pregunta tonta pero... ¿Estás bien?
No.
—Salí huyendo de casa... pero regresé, yo no tengo a donde ir, hyung... pero estoy bien.
—¿Huyendo? TaeHyung, no te entiendo, se está cortando. Espera...
El menor se mordió su labio, si se ponía a llorar de repente, su novio no podría entenderle —Hyung, hay alguien aquí... me sigue a todas partes.
El silencio que siguió le hizo creer a TaeHyung que la llamada había sido cortada, o que HoSeok no le entendió.
—¿Ha intentado hacerte daño, Tae? Aléjate de esa cosa.
—Sólo le veo de lejos, y me mira de vuelta. Me da mucho miedo. —luego dejó salir un quejido. Ojalá pudiera sentirle al menos, que le abrazara un momento. Necesitaba tanto un abrazo.
—Voy a sacarte de ahí, ya está aquí mi tía y nos va a a-ayudar a to-todos —con la interferencia presentándose, TaeHyung negó y se apresuró a bajarse del carro, caminando para buscar una mejor señal—, te vamos a sacar.
—Lo sé —esperaba que lo lograran—, pero, ¿Cómo, hyung? No encuentro la salida, quiero estar contigo otra vez.
Un pitido sonó a través de la línea, tan agudo que hizo que TaeHyung se separa del celular asustado, aprovechó para mirar a su alrededor en la calle vacía. No vio nada extraño, pero no se quedó a buscar más, sus piernas le hicieron cruzar la entrada de su casa para encerrarse dentro » ¿Hyung?
—Todos te queremos aquí, JiMin, tus padres, tus hermanos, te extrañamos... te amo, TaeHyung.
El muchacho se quedó de pie en su sala, repitiendo esas palabras en su cabeza una y otra vez, disfrutando como nunca de ellas » No-no te vo- a dejar solo, nun-ca. Aunque no esté con-contigo pue-des estar seguro de que ja-jamás te dejaré de bus-car.
El menor se dejó caer en su sillón, sentado y tomando un cojín para abrazarlo con la misma fuerza con la que abrazaría a HoSeok si le tuviera enfrente, ahí dejó salir su llanto, así como su novio hizo desde el otro lado de la línea —¡También te amo hyung! ¡HoSeok te amo tanto! —gritó a la línea inestable. Lloraron juntos, acompañándose en el dolor de su soledad que les marcó profundamente. TaeHyung sabía que nunca olvidaría esa sensación tan pesada de tristeza que le asfixiaba, y dudaba mucho algún día experimentar algo peor.
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[edis rehto]
Horrorrevlov a emadúyA Historia VOPE de terror Leer junto a "[one side]"