Capitulo 11

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Por qué no cumplió su promesa

La Sultana Hürrem tomaba el brazo de Isabella sin hacerle daño mientras caminaban, cada paso que daban la chica se sentía sin fuerza y agotada mentalmente, estaba sola en ese horrible lugar, no podía confiar en nadie porque posiblemente la venderían por un par de monedas todo por el poder, sus lágrimas caían como una cascada a la medida que llegaron a los aposentos, abrieron las puertas dejando ver a la única hija de la Sultana.

–¡Madre! –exclamó Mihrimah viéndola entrar desde el sillón, mira a la chica examinándola con la mirada–¿Que ha pasado? Los gritos de mis hermanos se escuchaban por todo el Palacio.

–Estaban pelando como siempre. 

 –¿Ella porque está llorando? –pregunto mirándola–. 

–Tu querido hermano Mustafá se ha vuelto un loco, un salvaje–dijo enojada, toma el brazo de Isabella y la sienta en la cama–.

–No te creo, el no sería capaz de hacer eso Madre–se levantó del sillón, camino hacia donde estaba sentada la chica, tomo su mentón levantándolo–. ¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre?

–Mi nombre es Isabella Sultana–susurra mirando hacia abajo con sus labios temblando de miedo–.

–Por fin te conozco Isabella, admito que tenía curiosidad por la nueva atracción de mis hermanos–la mira sonriendo leve–. Los rumores en este palacio vuelan rápido–susurra–. Me pareces alguien...débil.

–Hija, la estás viendo débil porque tu hermano la atacó–dijo la Sultana Hurrem mirándola triste–.

–¿Mehmed o Mustafá? –pregunta confundida–.

–¿Te estas burlando de mí? –contraataca haciendo la pregunta seria–. Evidentemente es Mustafá quien últimamente se está comportando como un malcriado–suspira–. Además, sabes que Mehmed no haría eso–dijo en un tono seguro–.

–No Madre lo último que quiero es burlarme de ti–dijo tragando grueso–. No puedo creer lo que me dices Madre–toca su pecho con asombro–. 

–Pues debes empezar a creer lo que te estoy diciendo Mihmirah.

–Isabella, Soy la Sultana Mihrimah, Soy la hermana menor de Mehmed por unos años como ya sabes, Soy la hija del Sultán Solimán con la Sultana Hurrem así que te ordeno a que me digas la verdad–la mira fijamente–. Puedes confiar en mí. 

–M-Mi S-Sultana...–susurra entrecortadamente bajando su cabeza con sus manos temblando–Me mandaron a sus aposentos a complacerlo–trata de explicar– yo no quería ir...–solloza– La Sultana Madre me hizo una promesa, soy una protegida–juega con sus manos– yo no quería entregarme a alguien que no quiero, fui y me negué rotundamente a acostarme con él–respira profundamente y lleva sus manos a su cabeza– Sultana él me quiso violar, me siento tan sucia...–llora y tapa su cara con sus manos–. 

La Sultana Mihrimah la miro suspirando–Te creo–le regala una sonrisa reconfortante–. Te pido que entiendas mi posición, él es mi hermano y esta situación es difícil para mí–toma sus manos–. Debes estar tranquila, fuiste salvada por mi Madre.

–No fue salvada por mi–suspira y se sienta a su lado– Fue salvada por Mehmed.

–¿Mi hermano? No me sorprende Madre–sonríe orgullosa–.  

–No debería sorprendernos, lo crie respetando a las mujeres–responde la Sultana Hürrem–. Él siendo príncipe o no siempre tiene que estar en el camino correcto y para lograr eso nos tiene a nosotras–mira a Isabella–. Vamos donde la Madre Sultana–se levanta, toma el brazo de la chica y salen de los aposentos siendo seguidas por la Sultana Mihrimah–.

En los aposentos de la Sultana Madre estaba ella sin poder dormir– ¿Qué estará pasando con Isabella? –pregunto en un tono preocupada, escucha el sonido del toque de la puerta– Pase.

–Madre Sultana–dijo la Sultana Hürrem entrando, da una reverencia–. Me alegro de que la encontremos despierta a estas horas de la noche. 

–¿Encontremos? –pregunto confundida–. 

–Entren.

Isabella entró a los aposentos con su cabeza baja, sollozando–Oh, Madre Sultana–susurra con sus labios temblando, corre hacia ella cayendo sobre la alfombra– ¿Por qué no cumplió su promesa? ¿Por qué me hace esto a mí? –pregunto con su cara empapada de lágrimas y toma su mano colocándola en su frente–. Por favor no me mate...–llora desconsoladamente–. Se que merezco la muerte, pero no lo haga–respira entrecortadamente–. 

–Mi niña, perdóname–dijo la Madre Sultana sollozando, se agacha junto a ella y la abraza– No haré eso, puedes estar tranquila. 

–Quisiera creerle Madre Sultana...–la mira con lágrimas bajando por sus mejillas–. ¿Quién dice que no me a volver a traicionar?

–No lo hare–la sigue abrazando y limpia sus lágrimas con una tela–. 

–Abuela–dijo la Sultana Mihmirah–. Siento interrumpir, pero si me permite mi opinión en este asunto creo que lo que hizo Isabella tendrá muchas enemigas en este Palacio–preocupada–. En especial la Sultana Mahidevran.

–¿Qué fue lo hizo para tener a tantas enemigas? –preguntó abrazándola–.

–R-Rechace a Mustafá–susurra– Lo siento tanto–llora– Simplemente no pude, no podía hacerlo.

–No te preocupes sabía que eso iba a pasar–sonríe leve–. Hürrem tú sabes muy bien que no nos toleramos demasiado, tenemos nuestras diferencias por lo cual te pediré un favor, quiero que Isabella sea tu criada–toma una tela nueva para limpiarle las lágrimas–. Formaremos una alianza.

–Madre acepto la propuesta de que Isabella sea una de mis criadas–asiente con la cabeza–. Yo la cuidare, no le faltara nada y no te preocupes porque viene una tormenta en la cual debemos permanecer unidas.

–Estaremos unidas solo por Isabella Hürrem–la mira fijamente–.  Mihrimah, ¿Puedes acompañarla al baño? –preguntó sin recibir su respuesta prosiguió– Dile a Nigar Kalfa que la bañen y la vistan digna de una protegida.

–Claro Madre Sultana–responde Mihrimah sonriendo leve, se acerca a ella tomándola del brazo y levantándola–. Vamos Isabella–la mira, hacen una reverencia y salen de los aposentos–.

–Yo la cuidare, la protegeré y le enseñaré para que sea una Sultana–dijo la Sultana Hürrem sentándose al lado de la Sultana Madre–. 

–La llevaras a la grandeza estoy segura–sonríe– ¿La quieres con Mehmed o me equivoco Hürrem?–la mira a los ojos tratando de descifrar sus pensamientos–. 

–No se equivoca Sultana–responde Hürrem bebiendo su té–. No quiero a la Sultana Esmehan porque la considero débil, terca como un animal e Isabella tiene algo grandioso que siento que vencerá a cualquiera en su camino.

–Haremos lo que sea para llevarla a la grandeza y el imperio quede en buenas manos–dijo la Madre Sultana sonriendo–.




Editado: 18/02/2024

Clau Brooke














Feriha Sultán (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora