Hoy hacia mucho frío y te recordé, pues tú siempre tenias tus cachetes y nariz rojas a causa de las bajas temperaturas. Observe aquel sillón donde siempre te la pasabas viéndome y sentí mi corazón hacerse añicos, recordando que la sociedad te separó de mi... sigo pensando que fue mi culpa, por no haber luchado lo suficiente.