Capítulo 36.

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¿Comodidad?



— ¡¿El mismo en persona te dió esto!? — Exclamaron ambos a la vez al ver el contrato, por suerte estaba en inglés para comodidad de todos aunque tenía una copia en español incluso. Asentí cuando me vieron.

—Yo creo que deberías de firmarlo, es JYP Entertainment— Se sentó a calmarse Eric. —Digo lo mismo, parece irreal esto— Le siguió Nancy.

—Incluso te van a dar un manager y te conseguirán cosas— Miró el contrato otra vez. — ¡Hasta publicidad! — Parecía que era lo mejor por todos los lados.

— ¿Cómo lograste conseguir esto? — Preguntó Eric. —Cuando me llamó para decirme que hablasemos, dijo que Nayeon le contó mi situación— Aclaré.

Ambos se miraron, luego mirándome a mi. — ¿Ustedes en serio nunca hicieron más que besarse? — Preguntó Nancy. Negué.

—Firma ya— Ella misma me pasó el contrato, levantándose y pasandome un bolígrafo.

— ¿No es un poco anticuado el papel y físico en estos días? — Preguntó Eric al ver aquello. —Ambos venimos de un país tercermundista, sigue siendo normal para nosotros— Firmé, preparándome para ir al día siguiente a mi futura compañía.

El día llegó, pedí un taxi, yendo a básicamente hora del almuerzo luego de la universidad a allí.

De primeras, miré para arriba, sin poder contar cuantas plantas o que tan grande era el edificio en sí.

Entré, sin más, me dejaron pasar al verme la cara.

Incluso me señalaron el piso y la habitación correspondiente.

Me perdí un poco con los números de las salas y cosas, pero encontré al final el sitio.

— ¿Te perdiste hace mucho? — Preguntó el fundador y ya no tan dueño de la compañía. —Quizá diez minutos nada más— Me senté frente a él. — ¿Firmaste el contrato? — Preguntó, señalando la carpeta que llevaba conmigo.

Asentí, pasándosela. La abrió, leyendo un poco y mi firma.

— ¡Felicitaciones entonces! — Levantó su mano, siguiendo el juego yo después.

Luego, empezó a darme un tour. —He visto que te gusta bailar mucho, tienes cinco salones de baile, así que nunca tendrás tiempo para desperdiciar— Señaló el pasillo de efectivamente, salones de baile.

Seguimos por los estudios de grabación, piso ejecutivo, piso de relajación y azotea. — ¿Tienes hambre? — Preguntó, viendo ambos a otros rascacielos.

Dije que si, ya que tanta caminata si que me abrió el hambre.

Bajamos, yendo a la famosa cafetería. —Si vienes a estas horas, muy probablemente veas a todo mundo aquí, aunque ya los conoces— Paramos, viendo a casi todos los grupos de la compañía.

Gatito - Nayeon y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora