Nuestro último atardecer

(8)

— ¡PERO MUJER!, soy tu mejor amigo, al menos deberías darme detalles.

Angel ha estado toda la mañana obligándome a darle detalles.

—entiende tu, no pasó nada, fuimos al cine, luego al planetario, me desmayé, me llevó al hospital, hablamos soy su novia, me besó y aquí estoy. ¿Feliz?

—si, pero ay de ti, si me llegaste a omitir partes... Te voy a desgreñar.

—dejalo, me voy a dormir necesito descansar en mi cama.

Subí las escaleras y me acosté en mi cama, Luca estaba ahí; no lo ví y me aventé, casi mato a mi gato :_)

Ahora sí. Ya vali.

Tengo novio.

Tengo... novio.

¡TENGO NOVIO!!

¿Que rayos hacía una chica cuando tenía novio?.

¿Besos?

¿Salidas?

¿Conocerse?

¿Ya?

¿Es todo?

¿Asi-...

No pude terminar mi charla motivacional conmigo misma porque Amanda me mandó un mensaje.

[Amanda]

Ari... respóndeme porfavor, estoy preocupada, no puedo verte, estoy en Francia, no sé si estás viva... Dame señales.

Bueno, milagrosamente estoy de muy buen humor y le voy a responder.

[Yio]

Estoy viva. Me voy a dormir.

Ok, me pasé pero neh.

Si con esto te sigue hablando, felicidades no se irá nunca.

Ah, cállate.

......

¿Alguna vez se han preguntado quién le puso los nombres a las cosas?

Ejemplo:¿Quien le puso al vaso, vaso?, ¿Al color rojo, rojo, y por qué rojo?

Bueno, esas son preguntas que se te pasan por la azotea mientras lavas los trastes.

Aidan ha venido todos los días, en la mañana, al mediodía y se queda la tarde entera.

Se podría decir que es un poco... Pegajoso para mí gusto pero no está mal.

—¡ ANNNNNNGEEEEEEELLLLLLLL! —Lo llamé desde la entrada de mí casa — ¡TE BUSCANNNNNN!.

—VOYYYY MUJERRRRRR.

Era liss, su novia.

Supuestamente tenían una cita hoy, ángel la llevaría a una cena y luego a no sé dónde, no escuché el resto.

Escucho sus pasos apresurados por el pasillo del piso de arriba y volteo.

Lo veo bajar las escaleras, pasando su mano por su cabello desordenado y en mí mente suena la canción de "perfec-ed Sheeran".

— pero miren quien bajo, ha llegado ceniciento.

—oh, vamos Ari, deja tu humor un rato.

Vale, estaba feliz, por fin tenía más de dos semanas con liss y ella no lo había dejado, engañado o tratado mal... Esa chica como que si ha cambiado, en fin, era hora de dejarlo ir.

—venga ya, anda que te espera un carruaje de lata.—le digo mientras lo saco a rastras hasta la calle.

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Ángel se ha ido, y estoy a -bu- rri- da