Te traeré de vuelta mi omega

Capítulo 18

Bill acariciaba la cabeza de Dipper acomodando su cabello continuaba inconsciente su rostro se mostraba pacifico y sereno. Los pequeños Dylan y Elizabeth estaban acostados en medio de ellos dos, el alfa le veía con cariño y culpa, se culpaba por haberle causado ello por haberle intentado forzar y por haber utilizado su voz de alfa.

Sabía cuanto odiaba ello, la mala experiencia que tuvo con ella y como odio las sensaciones que tuvo cuando soportarla el como se sentía impotente y sin fuerza, vulnerable y sumiso, indefenso y acorralado.

Los dos pequeños se apegaban al pecho del omega abrazándole y sujetando con sus manitas en forma de puños su playera respirando tranquilos pegando sus naricitas captando la débil fragancia de su cuerpo y el tenue aroma de sus feromonas. En cuanto Will estaba por llevarles ellos comenzaron a correr en su busca logrando llegar hasta él e insistir en acostarse a su lado.

Repetía en su memoria lo que dijo antes de caer en la inconciencia, la forma en como se escuchaban sus gritos eran de dolor ciertamente más algunos no sino de desesperación y ansiedad la forma en que eran pronunciadas con doble sentido y las ultimas palabras que dijo su nombre, sus bebes y que le salvara. Se había percatado de ello llegando a la conjetura de que su mente y su omega pedían que le salvara y le trajeran de vuelta, pero como podía hacer eso si no tenia ni la más mínima idea de quien retenía su mente y recuerdos, quien jugo con él y vendió, dio a probar, tomar y tocar su cuerpo.

Escucho un ligero quejido haciéndolo abrir los ojos y reincorporarse un poco en la cama

- ¿Dipper? - sus ojos se abrían de a poco acoplándose con la luz, acostumbrandose a ella, al igual que Bill estaba por sentarse más sintió el pequeños peso de los cachorros y detuvo su acción

- ¿Qué haces aquí? - dijo de forma fría sin dirigirle la mirada centrándola en los pequeños mientras llevaba una de sus manos a acariciar sus cabecillas, se sentía culpable y responsable de ello

- Dipper yo...

- Creí que eras diferente, un alfa diferente pero resulta ser que no eres tan diferente a los demás, sintiéndose superiores doblegando con sus feromonas y la voz alfa - sintió su corazón doler ante las palabras y antes de que pudiera decir algo continuó - lo odio... lo odio...- comenzó a sollozar bajo cubriendo con su antebrazo sus ojos donde iniciaban a formarse las lagrimas- la odio... odio eso n-no... n-no me gusta... c-creí que tú, que tu no eras así... que eras diferente... 

No dudo en acercarse a él y comenzar a abrazarle sin molestar o apretar a sus cachorros

- Lo lamento Dipper yo no quise... solo... no se que me paso... perdóname por favor no quise hacerse sentir de esa forma, no quería hacerte daño

- ¿Por qué?... ¿por qué te disculpas?... ¿por qué te comportas tan dulce conmigo? un simple omega - no comprendía el por que ese alfa de cabellos rubios era de esa forma con él, todos los que conocía eran unos patanes que solo lo utilizaban a su antojo. 

- No eres un simple omega, eres único, diferente, especial y extraordinario... t-tú me gustas... te amo... - escuchaba esas palabras todo el tiempo, sus clientes lo decían y le elogiaban de esa forma diciéndole que era extraordinario, único, diferente, especial, esas palabras eran monótonas y vagas sin significado alguno, todas y cada una de ellas más se sentía cálidas en su interior viniendo de sus labios, el significado aparecía y lo hacían sentir de esa forma. 

No se sentía merecedor de ese amor que para él debía ser dirigido a otro que valiera la pena. Se sentía sucio y usado, asqueado consigo mismo y su cuerpo, había pasado por tantos.

Comenzó a a acariciar un mechos de la rubia cabellera enredándola en sus dedos, poco a poco comenzaba a subir un poco hasta juntar sus labios en un pequeño beso, sabía que estaba mal que algo no encajaba en todo ello. Pero no lograba recordar que era. 

Todo había sido una locura en ese tiempo Dipper estaba vivo, pero sin memoria y estaba la incógnita de quien era el responsable algo era claro: era sumamente poderoso. Todos nos preguntábamos eso Will y Greeful cuidaban a Harley y a Amelia que querían ir con Dylan y con Elizabeth para jugar y hacer algunas travesuras. 

Me sumía en mis pensamiento y en vagas memorias que prefería olvidar para siempre.

*-Solo eres un alfa de muchos otros con los que me acuesto*

Soltó un suspiro pensado por haberse sumido tanto en sus pensamientos y recuerdos pasados sintiendo como si aquello fuera dicho en su oído directamente por esa persona. Miro por la habitación en busca del beta más este no estaba en la habitación.

- ¿Dónde esta Masón? - pregunto a los dos presentes.

- Dijo que tenía que hacer algo, se fue hace un poco ¿no te diste cuenta de ello?- dijo Will mientras besaba la mejilla de Amelia, paso una de sus manos por su rostro. Chaqueo su lengua para ponerse de pie y salir de la habitación caminado por los pasillos del lugar.

- ¡Phill espera! - escucho al peli celeste detrás suyo por lo que detuvo su andar volteándole a ver.

- Will si vas a...

- Le recuerdas no es así- soltó un pequeño bufido intentado restarle importancia e intentando convencerle que no era así- han pasado demasiado tiempo y muchos centenares desde esa persona, comprendo que el ver a Dipper de esa forma te trajo malos recuerdos, pero Phill si necesitas hablar...

- Estoy bien Will, enserio no te preocupes por mi como dijiste han pasado centenares y simplemente fui un idiota.

- Un idiota que se enamoro- contesto irritándolo

- Si como sea no importo, ahora buscare a Mason- comenzó a alejarse, no quería tener esa conversación. 

Al igual que Will había tenido su pasado en relaciones amorosas que terminaron de una mala forma, había cerrado su corazón hace tiempo y enfriado su forma de ser. Prefería no tener emociones de por medio.