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Luego de tomar desayuno, Robbie decidió desparecer de nuestra vista, pues aseguró que si se quedaba a nuestro lado sólo sería un extra, y él podía encontrar la diversión en otro lado, eso gracias a las consejos de mi hermano.

—Iván también me ha dado consejos —comenta mirándome.— Creo saber cuales son tus partes favoritas de este lugar.

—¿Sí? —elevo mi ceja, curiosa.

—Puedes ponerme a prueba —asiente con orgullo.

—Bien. Tenemos pocas horas, quiero ver que tanto logras.

—Me gustan las cosas difíciles —confiesa.— Después de todo, me gustas tú que estas a kilómetros de mí.

Mi corazón da un brinco. No sé si la altura le esta afectando o qué, pero no ha dejado de decirme cosas así.

—Vas a terminar haciendo que mis mejillas exploten.

Él deja entrever su sonrisa. Acto seguido se pone de pie, y guía su mano hacia mí para que lo imite. En cuanto acepto su agarre, salimos de la sala principal del lugar hacia afuera. El viento frío nos hace estremecer, pero eso no nos detiene.

—¿Y bien, pelirrojo? ¿Cuál es el primer lugar que...

Sin dejarme terminar, con mi mano aferrada a la suya comienza a correr por el sendero que nos lleva a la primera piscina temporada. Al rededor de esta se encuentran múltiples árboles nevados que le dan un aire a las crónicas de narnia.

—Dijo que te gustaba mucho esta, ¿es cierto? —pregunta mirando con aún más dicha que yo.

—Sí —sonrío.— pero creo que ahora a alguien le gusta mucho más.

—Iván es un genio —musita.

Me dedica una mirada divertida, suelta mi mano, y sin importarle la gente que se encuentra allí, se deshace de sus prendas superiores a grandes velocidades, para ingresar en la piscina de golpe.

—¡Estas loco! —llamo su atención.

—¡Esto es genial! —responde una vez sale a la superficie nuevamente.— ¿Qué esperas?

Sus ojos se clavan en mí esperando una respuesta, pero me quedo inmóvil. ¿Paddy me verá en traje de baño? Siento como mi rostro se torna pálido, casi como un fantasma.

—¿Pasó algo? —pregunta acercándose a la orilla.

—No —miento.— ya voy.

Me sonríe, y luego voltea. Frunzo el ceño confundida.

—No miraré —dice.— Puedes decirme cuando hacerlo.

Mis latidos cardíacos se aceleran, y mi rostro recobra su color hacia un rojo carmersí. Procedo entonces, a quitar mis prendas para quedar en mi traje de baño. Camino con lentitud, y con esta misma voy ingresando al agua. Una vez estoy a corta distancia, toco su hombro.

—Ahora puedes mirar —musito.

—Lo que sea para que te sientas cómoda, aunque no creo que haya algo que lo que debas avergonzarte —comenta al volver a encontrarme con la mirada.

—¿Te gusta la piscina? —pregunto cambiando el tema. Paddy ríe por lo bajo.

—¿Puede ser que me gustes más tú? —hunde su cuerpo completo, y vuelve a la superficie en cuestión de segundos.— Creo que estar aquí en esta piscina me gusta, pero que tú estés en ella también, es lo que definitivamente me gusta.

—Creo que las alturas te hacen mal a ti.

—¿Por decir la verdad? —vuelve a reír.

—Bueno —acorto de manera significativa nuestra distancia.— A mí también me gusta estar aquí contigo, no quiero pensar cuando tengas que irte.

Una de sus manos se dirige a mis mejillas.

—Entonces no lo pienses —dice con una voz cálida.

—Pero... ese momento llegará ¿lo sabes?

—Claro que lo sé —acaricia mi rostro.— sé que no podré hacer esto, pero al menos podré seguir viendo tu rostro, aunque sea tras la pantalla —sonríe con esperanza.— ¿O piensas dejarme en el olvido?

—Jamás —respondo.— No te librarás de mí, pelirrojo.

—Entonces no hay nada de lo que debamos preocuparnos. Nada más que estar aquí, disfrutando de este lugar, uno de tus lugares favoritos.

—Gracias por esto —cierro mis ojos, y lentamente deposito un beso en sus labios, el cual corresponde con el mismo sentimiento.

Definitivamente extrañaré este tipo de contacto entre nosotros, pero aunque lo tenga lejos no dejaré que esto desaparezca. Paddy es de las personas que me impulsa a disfrutar de cada cosa que me rodea, con él sé que puedo hacer lo imposible. Aunque sea tras de una pantalla, lucharé porque esto no sea sólo un inicio que llegue a un final. Quizás las inseguridades, el miedo no se irá, pero no dejaré que primen, Paddy es quien vale la pena.

—No sé bien qué hago, pero si seguirás agradeciendome así —se encoge de hombros.— Me alegro de estar haciendo las cosas bien.

—Más que bien, diría yo.

Retira su mano de mi mejilla y la lleva a un nuevo encuentro, esta vez con mi mano. Jala de ella, para que lo siga. Así es como nos adentramos más en la piscina, acercándonos hacia el sitio que está más cubierto por la nieve. Es extraño, porque el calor del agua mantiene a esta derritiéndose, pero aún así siempre le ha dado un toque especial.

—Iván fue bastante específico, dijo que esta era tú parte favorita.

—¿Cómo es que te enseñó todo esto?

—Con fotos de ustedes aquí.

—Genial, osea que ya has visto mis peores caras.

—Y no me he espantado —comenta divertido.

Le dedico una mirada asesina, la que para mi mala suerte no dura lo suficiente, pues sus expresiones me lo impiden. Es sumamente adorable, y aunque me esforzara en hacerlo, no podría enojarme con él.

—Todo un comediante.

—Gracias, lo heredé de mi padre.

—Ya veo.

Sin aviso previo, sus brazos rodean mi cuello, acercándome a él.

—Antes de todo esto, estaba preocupado. No quiero que te hagan daño, no lo mereces —sus palabras me toman por sorpresa, al igual que sus acciones.— Quería distraerte de todo el asunto con... él. No importa si debo recibir otro puñetazo —ríe.— He recibido varios por culpa de los chicos, me pondría de frente si eso me asegura que tú estarás segura. No sé cómo explicarlo, pero desde que apareciste todo se ha desarrollado tan rápido, mis sentimientos hacia ti... es como si estuviéramos destinados a eso ¿no crees? —sus ojos están demasiado pendientes de los míos.— Sólo quiero que sepas que, da igual lo que suceda, da igual la distancia, siempre buscaré la forma de hacerte sentir cómoda, a salvo, siempre buscaré la forma de hacerte saber que has sido la chica que me ha hecho sentir tanto en tan poco, y creo que jamás me había pasado algo así, por eso no dejaré que unos cuantos... bueno, varios kilómetros arruinen esto, porque sólo está comenzando y no quiero que tenga fin.

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Aquí un capítulo en el día que corresponde jajaja, perdón por no ser tan constante como antes, los estudios me estaban matando, pero ya estoy retomando de mejor forma.

Espero les haya gustado, que tengan un gran fin de semana♡




Más allá de la frontera ~ Paddy Holland & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora