Orazio (Vol. 1) Orazio y la hormona Isis.

¿De qué sirve el dinero?

Orazia lleva un tiempo viviendo en la mansión de la alcaldesa. Se ha recuperado un poco de sus múltiples heridas y ha pasado todo este tiempo entrenando con Esther para mejorar sus habilidades de combate.

Aunque ha aceptado su suerte en la vida, su verdadera naturaleza no ha cambiado. Siempre buscará lo que percibe como injusticia y corregirá a los que la cometen.

Odia a Esther, odia a la alcaldesa y no piensa participar en la misión. Pero necesita ganar tiempo y pensar en una forma de escapar y rescatar a Orazio.

Ha descubierto que la alcaldesa posee un par de coches voladores y cree que podría robar uno de ellos. Pero no está segura de poder conducirlo.

Le vendría muy bien la ayuda de Narmer en esta situación, pero no está. Orazia está sola y no puede esperar ayuda de nadie.

Sólo puede esperar e intentar aprovechar cualquier oportunidad para llevar a cabo su plan.

Una mañana, después del entrenamiento diario con Esther, ésta le informa de que está lista para la misión. "Cuando te hayas duchado y cambiado de ropa, ve al despacho de la alcaldesa", le dice la odiosa mujer. "Ella te estará esperando allí".
"Esther, quiero ayudarte", dice Orazia. "Pero no quiero hacer esto".
"Obedece mi orden, zorra".

Orazia se reúne con Esther y la alcaldesa en el despacho de esta última. Las dos mujeres no están solas, hay una tercera mujer. Esta mujer está vestida de forma más provocativa que otra cosa. Es joven e increíblemente bella.
"Esta es Isis", dice la alcaldesa. "Pero creo que ya la conoces".

"La conozco", dice Orazia. "Y no se saldrá con la suya, alcaldesa", añade, recordando su misión.

La alcaldesa se ríe estúpidamente.

"Orazio te manda saludos" dice Isis sonriendo con malicia.

"¿Qué queréis?" pregunta Orazia. "¿Me váis a decir de una vez por todas de qué va esta puta misión?".

La alcaldesa asiente y Esther habla. "Vas a matar a la maldita señora Jane Johnson".

"¿Qué? ¡No soy una asesina!" Dice Orazia.
"No tienes elección", dice la alcaldesa.

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Es una noche oscura en el exterior.

Y también es de noche en la realidad virtual donde ser encuentra Mrs. Johnson.

Está en un concierto de rock al aire libra acompañada de Narmer. Pero ambos son mucho más jovenes, en esta realidad virtual ambos están en sus primeros veinte.

El cantante del grupo es una extraña mezcla de Jim Morrison y Mick Jagger. Es curioso, tiene los mismos ojos que Orazio.

La versión joven de Mrs. Johnson sonrie irónicamente. Es extraño como funciona la mente. Toma la mano de Narmer y le mira a los ojos.

Narmer es muy diferente en esta realidad. En lugar del pelo corto y con muchas canas, lleva una media melena de pelo oscuro y rizado.

Mrs. Johnson lo mira dándose cuenta de todos los lugares comunes. Pelo largo, negro, rizado, ojos grandes y oscuros...

"Serías el hombre perfecto sino estuvieras siempre tan triste." dice Mrs. Johnson acariciando la mejilla de Narmer.

Narmer le dedica su cautivadora media sonrisa. Esa que tenía cuando era más joven. "No seas hipócrita. Siempre te gustó que yo estuviera triste."

"Tal vez en aquel entonces", dice ella colocando su mano en el pecho de él. No hay latidos. No hay respiración. No hay Narmer en absoluto. Es como si fuera una estatua. "Pero las cosas cambian".