no manners 。 yuta

マニピュレータ '

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  En el amplio campus universitario, justo en el lado oeste se situaba el departamento de ciencias de la computación. Era un poco cercano al departamento de diseño, a Akari le tomó tan sólo tres minutos llegar a allí después de que su clase de ilustración concluyó.

  Esta vez fue la primera en abandonar el salón de clase.

  En el momento en que se vio la silueta de la de cabello largo cruzando el largo pasillo de las instalaciones, las personas de allí elevaron sus vistas de sus quehaceres para verla pasar, luego prosiguieron en lo suyo. No llegó a la mente de los presentes el pensamiento de que era extraño que una estudiante de diseño estuviera rondando por allí, la mayoría del tiempo ellos ayudaban a los diseñadores con sus equipos tecnológicos.

  Akari observaba todas las puertas en busca de la correspondiente, en dónde se situaba el chico que la ayudaría con su problema. Al divisar la puerta con una placa de acero que poseía el nombre del aula "C.C.6" no perdió el tiempo en deslizarla, pero al momento de empujarla hacia la izquierda tan solo unos centímetros ésta se abrió en su totalidad de golpe dejando ver al chico que tanto buscaba. Al mismo tiempo dieron un paso hacia atrás debido al pequeño susto que se prolongó en ambos, no esperaban encontrarse del otro lado de la puerta.

— ¡Vaya!, eres rápida —el chico se llevó una mano a la cabeza al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa—. Iba a salir a buscarte.

— No tenemos tiempo que perder, Takeshi —Akari se hizo a un lado dándole paso al chico. Éste asintió y salió del salón para cerrar la puerta detrás suyo—. Quiero deshacerme de esa maldita lo antes posible.

  Akari giró en sí misma y emprendió su caminar dando fuertes zancadas que hacían eco en el ahora solitario pasillo. El más alto alzó sus cejas con impresión ante las fuertes palabras de la chica poco antes de seguirla. Ambos caminaron en dirección hacía la salida, estaban dispuestos a ir a almorzar juntos en un sitio aislado del instituto donde podrían hablar tranquilamente sin temer de que las paredes tuvieran oídos.

  Takeshi Kobayashi estaba en último año de ciencias de la computación, era el mejor en su clase y el más guapo de ella también. Lo conoció en la fiesta que organizó Sakaguchi.

  Luego de que la fiesta acabara Akari no podía lidiar con volver al instituto caminando con tres chicas borrachas que apenas recordaban sus apellidos. Takeshi había pasado un buen rato observadola allí afuera como si hubiera estado dudando en si acercarse o no, pero a la final lo hizo e inició una pequeña charla y luego se ofreció a ayudarla con sus amigas. Ambos carretearon a las muchachas hasta llegar a la puerta del edificio de los dormitorios, luego Takeshi le dio su número a Akari y el instante en que ambos estaban por despedirse Hitomi vomitó en los zapatos del contrario.

  Para Akari fue un buen desenlace.

— Entonces, lo que quieres que haga es que borre el video de su teléfono. Fácil —el mayor se echó hacia atrás en la silla mientras se cruzaba de brazos sonriendo egocéntricamente—. Lo difícil será quitarle el teléfono y darmelo, ¿Cómo lo harás?

  La contraria apartó su vista del acuario que adornaba el restaurante y centró su vista en él alzando una de sus cejas.

  ¿Cómo lo haría?, ¿ella?
  Tenía que ser una broma de mal gusto.

— ¿Quién dijo que yo lo haría?, tú lo harás. —el contrario rió ante sus palabras.

— Sí, claro, ¿Cómo? —Akari le lanzó una mirada, señal de que callara. El mesero se aproximó a la mesa, dejó sus platos, hizo una pequeña reverencia y se alejó. Takeshi aclaró su garganta acomodando mejor su abrigo para continuar—. ¿Quieres que me ponga un disfraz de chica y entre a su habitación? —bufó—. Esto no es televisión, tú lo harás.