Capítulo I

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Permítanme presentarme: Me llaman "E", aunque mi nombre es "K". Pero, para evitar confusiones, acepto que me llamen de ambas maneras, incluso "EK". He llegado a los sesenta años de edad, aunque los médicos que me han tratado durante largo tiempo dicen que no tengo más de cuarenta. En la actualidad vivo solo en mi casa, después de haber estado internado por intervalos, cerca de veinticinco años, en hospitales y centros psiquiátricos. Según el diagnóstico, sufro de esquizofrenia y conducta paranoide. Pero, yo siempre he sabido que no es así. Es sólo que he sufrido una serie de experiencias que me han obligado a vivir con los espejos y todo lo que se asemeje cubiertos. No es por miedo sino por precaución que los cubro, al igual que la pantalla de mi televisor, la del teléfono celular y de todo cuanto pueda producir un reflejo o reproduzca una imagen. No se trata de un miedo irracional y tampoco le temo a la muerte. Sé que algún día moriré o que, por alguna casualidad, me iré a través de un espejo.

El Espejo RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora