¿𝒬𝓊é 𝑒𝓈 𝓊𝓃𝒶 𝑒𝓇𝑒𝒸𝒸𝒾ó𝓃¿ ❝𝐼𝓃ó𝒵𝑒𝓃❞ 𝒦𝓃𝒴 𝒜𝒰

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•Mi obra no se basará en el manga para crear la historia, simplemente saldrá todo naturalmente. Este capítulo se ubicará en el momento que fueron al distrito rojo con Uzui; ya derrotaron a una luna superior. Habrá menciones al UzuZen•

Estaban en medio de un abrazo después de finalizar la última misión que les propusieron desde que conocieron a los Hashira. Inosuke pegaba la espalda de su amigo con el torso propio mientras el enredado entre sus brazos sólo sonreía. 

Era un ambiente cálido. Y se suponía que era un maldito abrazo que debió ser sin malas intenciones, pero ¿qué fue lo que sucedió? Inosuke lo echó todo a perder cuando sintió una ligera punzada placentera justo en la parte baja del estómago.

¿Qué era esa sensación?, se preguntó mientras se restregaba y se pegaba aún más en aquella parte de su amigo rubio. Zenitsu lo observó desconcertado, intentando separarse del abrazo inmediatamente.

Sin embargo, la incomodidad incremento cuando el Hashibira tomó las caderas contrarias y junto su miembro con el trasero ajeno. El Agatsuma se sobresaltó y giró su cuerpo rápidamente para quedar frente a frente con el que, si no le caía del todo bien, le parecía una persona soportable, e incluso amigable; y sonrió de manera forzada, dando a entender a su compañero que deseaba ser soltado.

Por inercia, el de hebras azuladas soltó el agarre y el blondo pudo salir de aquél ambiente tan rígido que se había formado de repente. Y, gracias a los Dioses, una silueta les llamó para bajar la tensión que se creó repentinamente entre ambos.

—¡Oigan, chicos! ¡Los estuve buscando, ¿dónde estuvieron todo este tiempo?! —preguntó la voz gruesa que ambos jóvenes conocían a la perfección. Era Uzui Tengen quien les hablaba.

—¡Lo sentimos mucho, Uzui-san! ¡Cuando finalizó la batalla ya no supimos adónde ir! —respondió Agatsuma, con algo de inquietud impregnada en su tersa voz.

—Pues vengan. Tanjirō está preparando las cosas para ir a la Finca Mariposa inmediatamente y dar por completada la misión —informó, manteniendo la distancia que llevaban desde que les gritó por primera vez.

—Está bien.

Inosuke se quedó callado por el resto del viaje hacía la mansión donde se alojaban. No comprendía lo que sintió en el momento que rozó con la piel de su segundo mejor amigo, pero le había gustado, y sin duda volvería a intentar obtener ese contacto tan mágico. Aunque sea lo último que haga antes de ser alejado o golpeado por el poseedor del aliento de trueno.