Edens Tail en el Lago de cristal [Adaptacion de la adaptacion]

Capitulo 8: Promesas

(Pov.Rebecca)

No me había dado cuenta de lo desnutrida que estaba por mi dieta de pescado hasta que comencé a comer la fruta. El pescado era una buena proteína, pero había ciertas vitaminas y azúcares que sospechaba que le estaban faltando a mi cuerpo, y me sentí mucho mejor cuando tuve la oportunidad de estar más equilibrada.

Cada pocos días, más o menos, Shiki ponía más fruta en el lago, pero nunca se dejaba ver. Traté de esperar por los alrededores para verle, pero él nunca aparecía cuando yo estaba allí y pude sentir mi ira anterior hacia él desaparecer extrañamente ¿Por qué estaba siendo tan difícil de alcanzar? Me gustaba la fruta, pero prefería morir de hambre a que él tuviera que venir y dejarla como si yo fuera incapaz de valerme por mi misma. Yo no necesitaba que él se sintiera culpable por dejarme, no necesitaba a nadie para nada. A pesar de mis emociones desquiciadas, había perdido la motivación para coger peces, y toda mi dieta de pescado se transformó en una dieta de fruta, lo que me tenía muy cansada todo el tiempo, pero no podía preocuparme por eso.

Pasaba de estar despreocupada y enfadada a estar obsesionada con toda mi familia y amigos, con la escuela y mi futuro. ¿Aún había gente buscándonos, todavía le importábamos a alguien? Pero más que nada, todavía me encontraba pensando en Natsu. Lo odiara o lo echara de menos, era una constante en mi mente.

Estaba tan confundida.

Pero entonces algo me golpeó como un rayo y todo se volvió muy claro. Fue durante una típica noche lluviosa, cuando estaba acurrucada en mi cama de la cueva tratando de dormir y alejándome de los pensamientos, cuando oí un ruido fuera de la pared hecha a mano. Miré hacia arriba y podría haber jurado que vi una figura mirando desde fuera, pero me giré por un momento y cuando miré hacia atrás ya no estaba. Me convencí de que estaba imaginándolo, pero estuve un poco dequiciada durante unos dias, después de eso y deseaba más que nunca que Shiki volviera. Y entonces, de repente, me di cuenta de por qué había estado tan emocionalmente inestable... e iba mucho más allá de los confines de la isla.

La verdad era que yo estaba enfadada conmigo misma por algo más que por mi berrinche más reciente con él.

Shiki era realmente la persona más honesta,... y buena que había conocido en mi vida, porque agradable la verdad que no era mucho,las cosas como son, pero ya no importa como fuera, y definitivamente no era digna de ser su amiga... pero yo quería serlo, tanto dentro como fuera de la isla, y ese era el problema. Ser amiga de Shiki significaba que mi vida de vuelta a casa sería diferente. La gente con la que estaba me rechazaría por tenerle como amigo, y en poco tiempo sería tan impopular como Natsu, lo que significaría que todo lo que había querido antes se detendría. No habría más fiestas, ni más momentos para drogarse en el centro comercial, ni coqueteos con chicos, incluso las animadoras me echarían debido a mi amistad con alguien considerado 'indigno' por el grupo popular. Era una preocupación muy profunda, pero esa era la vida de una típica adolescente, y supe en ese momento que yo ya no era una típica adolescente y nada de eso nunca me volvería a importar.

Algo cambió dentro de mí, algo que comenzó cuando llegamos por primera vez a la isla, pero sólo entonces me permití a mí misma... aceptarlo. Todo el aspecto social de la escuela secundaria era estúpido y yo me odiaba a mí misma por los siglos que fui parte de él. Yo quería a Shiki como amigo, de hecho, en comparación con él, yo ni siquiera había tenido un verdadero amigo antes y estaba plenamente dispuesta a renunciar a todos mis otros 'amigos' cuando volviéramos. Nunca más iba a burlarme de él o permitir que otros lo hicieran, no se lo merecía. Incluso si nunca me perdonara por mi comportamiento de perra, todavía me negaría a permitir que nadie lo presionara de nuevo. Yo realmente deseaba que me permitiera decirle cuánto lo sentía.