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HIROKO NAKAMURA (T/N):

Él seguía mirándome, no decía nada, solo me miraba sentado ahí. -¿Qué? - Espeté aflojando mi agarre en sus muñecas, no se como había terminado sentada a horcajadas de él mientras discutíamos. -Hiroko... - Llamo Kuroo haciéndome derretir, este imbécil va a darme un paro al corazón.

Estábamos jugando a algo que yo no entendía, él me miraba, yo lo miraba y absolutamente nadie decía nada, es como si estuviese dudando en decir algo. -¿Como coño llegaste hasta aquí? - Gruñí en su cara. -Kenma, él me daba muy poca información y tuve que averiguarlo por mi mismo. - Aclaro suspirando sin dejar de mirarme.

¿Información? ¿De qué carajo se trata esto?

-¿Información? - Pregunté repitiendo su palabra. -Hiro, yo... - Tomo una bocanada de aire. -Todos estos meses te he ignorado porque siempre que te veo algo malo pasa, es por tu bien. - Prosiguió hablando, lagrimas traicioneras comenzaron a aparecer en mis ojos, no podía mostrarme débil, soy fuerte, soy fuerte, no puedo desmoronarme aquí mismo frente a él. 

Antes de que pudiera seguir hablando lo interrumpí. -¿Por mi bien? ¿Acaso sabes lo idiota que me haces sentir? ¿Sabes la cantidad de veces que me sentí como una inservible pared? - Pregunté, mis ojos cristalizados a punto de romper en llanto, su silencio fue su respuesta. -¡Oh! ¡Por supuesto que no lo sabes! - Hable en un tono de voz alto, estaba furiosa, furiosamente enamorada de él.

-¡Eres detestable, te odio porque a pesar de toda la mierda sigo estando enamorada de tí!- Confesé sin querer hacerlo, al escuchar mi confesión Kuroo abrió los ojos como platos, asombrado. -Me da igual si tu no lo haces, puedes irte a la mierda. - Murmure levantándome, recordando que estaba sentada encima de él sosteniendo sus muñecas con fuerza, si no me alejaba ahora ya no podría controlar mi impulso y le rompería la botella en la cabeza. 

Al ver mi intento de levantarme tomo con sus dos manos mi rostro impendiéndome levantarme y unió nuestros labios en un lento beso, beso que mezclaba absolutamente todas nuestras emociones, movíamos los labios en un ritmo mortal, este hombre iba a matarme de amor y yo quería matarlo en serio.

Estuvimos un largo tiempo besándonos, acabe nuevamente sentada a horcajadas de él puesto a que me había acomodado mientras nos besábamos, un bulto en sus pantalones se lograba sentir pero no iba a decir nada acerca de eso.

Separé mis labios de los suyos en busca de aire, ya me había quedado sin aire, al separarnos pude ver su rostro en decisión, él estaba indeciso sobre algo. -Voy a irme lejos. - Finalmente largo aquellas palabras que tenia atoradas en su garganta.

-¿Qué? - Interrogue acomodándome y sentándome un poco más abajo en sus muslos, para no sentir aquel bulto. -Falta menos de dos meses para que el año escolar acabe, Hiro voy a irme a una universidad lejos de aquí. - Explico él agachando su cabeza y posando sus manos sobre mis muslos.

Él va a irse, va a dejarme de vuelta, un vacío se formo en mi pecho, me obstruía respirar, simplemente no podía respirar, levante mi cabeza mirando hacia el cielo buscando que nuevo aire pasase a mis pulmones.

Respire, respire y logre sentir el aire en mis pulmones nuevamente pero aquel vacío no abandonaba mi pecho, baje mi cabeza para conectar mi mirada con la suya.

-Es por tu bien. - Murmuro dejando que una de sus manos abandone uno de mis mulos y poso aquella mano en la parte detrás de mi cuello, atrayéndome hacia él, caí sobre su pecho y escondí mi cabeza en su hombro, esperando que lo que acabase de decir fuese una mentira, una descarada broma para calmar las cosas entre nosotros pero su rostro decía que era verdad, esto no fue una mentira.

Pase minutos escondida en su hombro sin dar señales de vida alguna, supongo que él sentiría el subir y bajar de mi pechó al respirar contra su pecho, sin querer aparecer nuevamente gire mi cabeza un poco para que mis labios se encontrasen cerca de su oreja. -No tienes ni puta idea de que es lo mejor para mi, Tetsuro. - Susurre suavemente en su oído, supongo que mis labios rozando su lóbulo le hizo temblar porque sentí el pequeño tiemble que dio su cuerpo debajo del mío.

-No quiero seguir lastimándote. - Aclaro, podía sentir lo agitada que estaba su respiración, es un imbécil calenturiento. -Ya lo estas haciendo. - Volví a susurrar en su oreja, esto le estaba poniendo y yo lo sabia, iba a hacerlo sufrir a mi manera. 

Antes de que pudiera rozar con mis labios su lóbulo de vuelta él me separo de su pecho poniendo sus manos en mis hombros y tirando un poco de mi cuerpo, cuando pude ver su cara divise lagrimas. -Deja de mirarme así... - Pidió agachando la cabeza, la situación me dio un poco de risa y di una pequeña carcajada suave. -¿De que te ríes? Pasaste minutos escondida sin decir nada y ahora te ríes. - Gruño mirándome de vuelta.

Reí nuevamente y unas lagrimas traicionares que imagine inexistentes comenzaron a viajar por mis mejillas. -Eres tan estúpidamente lindo. -Confesé aposta. -Vete de aquí antes de que rompa la botella de vodka en tu cabeza. - Pedí levantándome de encima de él, esta vez no lo impidió pero no se levanto.

Si él no se iría lo haría yo misma, agarre mi mochila y con la botella de vodka en mano comencé a caminar por el césped alejándome de él, dejándolo sentado ahí, me sentí indignada al escuchar unos pasos detrás de mi, a juzgar pro la frecuencia con la que se escuchaban los pasos diría que Tetsuro seguramente corría para alcanzarme.

-¡Hiroko! - Llamo a mi nombre, lo ignore por completo. -¡HIROKO! - Llamo nuevamente, esta vez me paralice, no dije absolutamente nada tampoco me di vuelta para verlo simplemente pare de caminar, quedándome estática en mi lugar.

Entonces él llego a mi, corriendo y con la respiración levemente agitada me tomo de la cintura abrazándome por detrás, sus brazos alrededor de mi cintura hacían una fuerza que comenzaba a doler, sus brazos se cruzaban justo en la parte baja de mi estomago, deje caer las lagrimas porque podía sentir como sus lagrimas mojaban mi hombro. 

KUROO TETSURO:

Iba a romperme en mil pedazos, me había costado tanto decir esas palabras que al escupirlas me sentí la peor persona existente, su reacción no fue la que esperaba, esperaba que ella me golpeara, me gritara o me rompiera la botella de vodka en la cabeza como tanto ha ansiado hacer, pero no, al ella romper nuestro beso y yo decir la verdad se quedo estática, mirándome, no había rastro de lagrimas ni nada, me miraba quieta en su lugar sin hacer nada así que no me quedo otra opción que colocar mi mano en la parte detrás de su cuello y atraerla hacia mi pecho, aunque era un beneficio para mi.

Quería oler su fragancia a vainilla mezclado con vaya a saber que otra cosa por eso la atraje hacia mi, me sorprendió lo fácil que fue mover su cuerpo y colocarlo encima del mío con solo ponerle la mano en la parte trasera del cuello, entendí el porque de su blandes corporal, supongo que sus músculos no pudieron responder así que simplemente no rechazo mi toque.

Era verdad, yo iba a irme luego de mi graduación, me iría dejando todo esto atrás, tenia planes para mudarme a otra ciudad en Japón y entrar a la universidad ahí, finalmente cuando me llego la confirmación de que efectivamente había quedado para aquella universidad sentía que era importante comunicárselo a ella.

Porque he estado todos estos meses deseándola, deseando su cuerpo, su fragancia, absolutamente todo de ella, así que a pesar de ignorarla y no hablarle la observaba, siempre lo hacia, desde lejos o desde cerca yo aún lo hacia, la anhelaba tanto que me era imposible mantenerme mucho tiempo sin saber nada de ella por lo que empecé a preguntarle a Kenma como estaba Hiroko, que hacia y ese tipo de cosas.

Se lo preguntaba todas las semanas, pero poco a poco Kenma dejo de contarme mucho sobre ella, simplemente me dijo que si quería saber sobre Hiro que dejase de ser un gilipollas y fuese yo mismo a verla.

𝐹𝐴𝐾𝐸 𝐿𝑂𝑉𝐸𝑅, 𝐼 𝐿𝑂𝑉𝐸 𝑌𝑂𝑈. ( Tetsurō Kuroo & Lectora).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora