i'm so in love

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No importa cuantas veces viva la misma escena, Jungkook jamás estará preparado.

Aunque, nunca pensó en enamorarse de su amigo el empalagoso. Fue algo inesperado.

Cuando convives mucho la personificación de todas las cosas bonitas del mundo, no te queda otra opción más que caer por ello. Y vaya que lo hizo. De un día para otro, miraba a su dirección más de la cuenta, anhelaba más de sus miradas brillantes, las sonrisas dulces y las sutiles muestras de cariño, a pesar de que estas últimas casi le causan una hemorragia nasal por exceso de cariño.

 Taehyung es, por así decirlo, el mejor amigo de Jungkook. Van a las mismas clases, comparten asientos, conviven en el almuerzo, hacen pijamadas en sus casas, entre otras cosas. A la vista de los demás, son como uña y mugre. Siempre veras a la mariposa colorida revolotear alrededor del gran lobo negro, pero Jungkook... ciertamente esta a su límite.

Su amiguito es caracterizado por ser cariñoso. No solo con él, sino con cualquier ser vivo que ame. Eso está perfectamente bien para Jungkook, pero el problema recae en las repentinas muestras de afecto hacia su persona que solo logran volverlo una bola de nervios con el estómago revuelto.

A Jungkook le gusta Taehyung. Dios, que lo quiere mucho.

Ha sido su más cercano compañero desde hace años, lo acompañó en sus momentos de soledad, y fue el sol brillante entre sus nubes de tristeza. Cada segundo que se mantiene a su lado lo hace sentir especial. Taehyung es especial para él.

Por eso, cree que no es justo que Taehyung venga hacia él con esa sonrisa risueña con la que sueña cada noche a sentarse muy cerca, invadiendo su espacio personal y reposando su cabeza sobre su hombro mientras le pregunta cómo fue su dia; o que se siente en su regazo de los más cómodo hablando sobre su nuevo perro, o que se abrace a su espalda mientras le pide con voz terriblemente dulce que lo cargue al lugar que quiera. Basta, es demasiado para el pobre corazón de chico. 

A veces, cada vez que hace algo bien, abraza su cuello y acerca sus rostros hasta chocar sus narices, llamándolo por unos apodos cariñosos que saca de no-se-donde. Jungkook sale con la cara más roja que el caramelo favorito de Taehyung, y este solo lo mira sonriendo de una manera que no sabe descifrar.

Probablemente haga todas esas cosas para molestarlo, sabe que Jungkook es la persona más tímida y apenada del mundo. Así que, como buen amigo extrovertido que es, no pierde la oportunidad de ser un maldito meloso.

Cualquier oportunidad.

Justo como ahora, que está sentado sobre sus muslos acariciando su nuca, con una chupeta de cereza en sus labios y su cabello rubio lleno de mechones azules y rosas. Jungkook había entrado antes al salón, jugando en una aplicación de su telefono, cuando Taehyung llegó presumiendo su nuevo estilo.

-entonces le pedí los tintes que sobraron y me hice esto.- mueve la cabeza agitando su pelo.

-Q-qué...- oh, pobre chico.

Taehyung lo mira y sonríe, apretando sus mejillas.

-Aw, Jungkookie ¡eres tan tierno!

Jungkook sabe que puede evitar esto. Sabe que si le dice a Taehyung que pare, él lo hará de inmediato porque se preocupa por su persona. Le pediría perdón y respetaría su espacio.

Pero, está tan enamorado...