Prólogo

110 15 2
                                    

     Las personas dicen que la vida es difícil y a veces cruel, quizás sea así, porque aun comprendiendo gran parte de ella, para mí es como un gran y retorcido laberinto, en donde a cada paso que des al elegir un camino puede llevarte a la salida o adentrarte al peligro. Cada decisión que tomamos nos lleva a un nuevo rumbo y como si no fuera poco, las decisiones de otros pueden entrelazar sus caminos con el nuestro para bien o para mal. Pero nunca debemos olvidar que la última decisión la tomamos nosotros y con ella siempre podemos cambiar nuestro futuro, porque ese todavía no está escrito.

     Antes de que todo mi mundo se viniera abajo yo era una chica normal, con una vida llena de días buenos y otros malos como todos. Pero todo puede derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos, mi mundo se destrozó a pedazos y no pude evitarlo. Todo lo que sabía, lo que quería y en lo que creía se esfumó como la fantasía que era. ¿Si me arrepiento de mis decisiones?

     Pues no, estaría mintiendo si dijera lo contrario, porque todas y cada una de esas decisiones me condujeron hasta aquí y ahora. Encontré un mundo totalmente diferente que ni sabía que existía, hallé a las mejores amigas del mundo, que se convirtieron en familia, y lo encontré a él, la única persona en el mundo capaz de verme tal y como soy, conocer cada una de mis facetas, y, aun así, sentir lo que escondemos, porque a pesar de ser prohibido e inapropiado, es nuestro, nos pertenece. Nadie puede quitarnos eso, después de todo, lo que sentimos, lo que experimentamos, es realmente lo único que importa …

La flor de LisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora