STORM ✧ Bakutodo

✧. Capitulo I

Unas horas despues del desayuno, el menor de la familia Todoroki se dirigia donde su hermana, luego de haber estado entrenando un poco, a ojo atento de su padre, que lo hacia pelear contra la elite de los escoltas de la familia real. 

Se recordo a si mismo, rodeado de guardias adoloridos, mientras él tenia unos cuantos golpes, manteniendose de pie bajo la mirada satisfecha de Enji. 

Lo maldijo en voz baja. Realmente, sabia que como principe, su infancia jamas habria sido comun o facil, pero que fuese aun mas exigente que lo que debia por los absurdos caprichos del Rey era lo que lo molestaba. Nacio para ser su marioneta. 

Hizo una nueva mueca, tocando la puerta de la alcoba de Fuyumi, viendo como abria la puerta pasados unos minutos, usando un bonito vestido con los colores del reino: Azul y naranja. 

-Shoto.— lo saludó, sonriendole.— ¿Que ocurre, hermanito?

El aludido elevo las comisuras de sus labios en una muy debil sonrisa. Si no fuera por los mechones rojizos en su cabellera. seria identica a su madre.

-Quiero salir hoy, y parte de mañana. 

La sonrisa de su hermana dejo de ser solo amorosa y amable, tiñendose de ligero nerviosismo. 

-Pe-Pero Shoto... ya saliste mucho esta semana, ¿no lo crees?— la escucho titubear.— Si papá llega a notarlo se pondra furioso... 

-Seguramente estara tan ocupado que no me notará. Tengo solo tareas comunes para mañana, asi que no se dara cuenta de mi ausencia.— la mujer delante suyo siguio dudando de sus palabras, pese a que sabia que eran ciertas.— Por favor. 

Ella lo penso unos segundos, antes de soltar un gran suspiro acompañado de una mueca, terminando por asentir. 

-De acuerdo... solo no te vayas demasiado lejos, ¿quieres? Y ten mucho cuidado. 

El muchacho sonrio otro poco, asintiendo, mientras avanzaba de nuevo por el pasillo, a su habitacion. 

En movimientos rapidos, se quito su ropa elegante, remplazandola por una mas sencilla y comoda, atandose la espada en la cintura, y saliendo de nuevo, esta vez huyendo por pasillos menos concurridos. 

Agil y silencioso, logro meterse a los establos sin ser notado, tomando su caballo y subiendo a él, saliendo de las murallas del castillo minutos despues, atravesando el poblado para perderse entre los valles, rumbo al bosque. 

Se giro solo una vez, pasados largos minutos de cabalgata, distinguiendo el castillo muy a lo lejos, al otro lado del lago. 

Sonrio para si, metiendose mas de lleno al bosque, donde su padre y sus tropas no solian meterse. Ahi habitaba magia pura, llena de seres mitologicos y humanos con magia corriendo por sus venas. Adoraba ese sitio desde la primera vez que pudo salir de ese hermoso pero triste palacio. 

Envuelto entre la bruma del bosque, su cuerpo adormecido parecia volver a la vida poco a poco, sintiendo alegria, emocion, evitando las ramas de los arboles mientras escuchaba el tintineo que producia el volar de las hadas, a las muy bajas risitas de los pequeños hombrecitos que vivian entre los arboles, sin asustarse de su presencia. 

Tras un rato, la cantidad de arboles a su alrededor comenzo a bajar, y pudo ver una cabaña, de aspecto calido y linda a cierto punto. 

Debido a la magia, lucia mas pequeña de lo que era en el interior, aunque seguia siendo muchisimo mas pequeña que su palacio. 

Ahí, dos personas que conocia bien se hallaban cosechando algunos vegetales entre regaños y risas. Los regaños provinientes de un chico de pelo azul y lentes, y las risas de una castaña bajita, que se cubria con una capa color vino, como era habitual.