capitulo X

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Thomas caminaba con Mia de la mano, las dos cuadras restantes antes de llegar a su casa fueron jugando a no pisar las líneas de la vereda, el juego favorito de Mia ya que se le daba bastante bien, en cuanto a Thomas, tenía mucho que aprender de su hija.

Al llegar a la entrada su cara pasó de felicidad a horror en menos de cinco segundos. Ella estaba sentada ahí en las escaleras, como si los años no hubieran pasado, como si tuviera derecho a estar ahí. Leyla.

Thomas tomó a Mia en brazos y puso un mechón de su cabello detrás de la oreja

- Pulga necesito que me esperes acá, no te muevas, hablaré con esa mujer y vengo
- Este bien papi.

Thomas la bajó y caminó hacia la entrada de su casa a paso firme. La mujer tenía un aspecto descuidado, pelo castaño claro largo y era extremadamente delgada, sus verdes ojos reflejaban agotamiento como si no descansara de la forma debida.

Cuando vio a Thomas se puso de pie rápidamente y sonrió, pero no de una manera tan amistosa.

-¿Se puede saber qué haces acá? - preguntó mientras la tomaba del brazo para dirigirla a la salida
- ¿Que son esos modales, Así es como le hablas a la madre de tu hija ? - respondió soltándose de sus manos

Thomas frenó en seco al oír esas palabras y la miró fijamente, sus ojos mostraban dolor y odio combinados a la perfección

- No vuelvas a mencionar eso, no te atrevas a decir esas palabras. Tú no eres la mamá de Mia, decidiste no serlo hace muchos años atrás.

La mujer soltó una risa irónica
- No es así como lo recuerdo cariño

posó una de sus manos en las mejillas de Thomas, pero este corrió la cara y la tomó de las muñecas

- ¿Qué es lo que quieres?
- Ver a mi hija
- Sabes que eso no es posible, es más, ni siquiera deberías estar por la zona
- Eso está a punto de cambiar.

Leyla sacó un sobre de su pequeña cartera negra y se lo entregó a Thomas, él lo tomó con ambas manos

- ¿Que es esta mierda?
- Lo que me permitirá ver a Mia, ahí dice que llevo un año limpia - dijo señalando el sobre

Thomas lo abrió y leyó lo que estaba escrito en el

" Mediante el presente documento, la institución "Un Paso Adelante" encargada de brindar ayuda a personas con algún tipo de adicción, acredita que la Sra/srta Leyla Smith se encuentra libre de consumo durante el último año y dos meses, según los exámenes toxicológicos realizados"

Arrugó el papel y lo tiró a un lado
- Esto no significa nada ¿Crees que los jueces te dejaran ver a Mia por tener un año libre de esa mierda? Ya pasamos por esto ¿Recuerdas? Cuando supiste que estabas embarazada y antes de que Mia naciera tuviste una recaída, para después elegir a esa basura sobre tu hija
- ¡Tú me alejaste de mi hija! - dijo apuntándole con su dedo índice
- ¡Te di opciones Leyla! Te ofrecimos ayuda para que mejoraras, pero tú no quisiste recibirla
- Tú y tu padre se encargaron de que yo nunca más la volviera a ver
- Eras una adicta ¿Cómo se supone que la dejaría contigo?

Leyla iba a responder, pero vio a la pequeña niña asomándose, iba a dar un paso hacía ella pero Thomas se puso en frente

- Esa carta puede decir que estas limpia pero aún no tienes una orden del juez
- Papi ¿Quién es ella?
- Sólo una amiga pulga - respondió mientras la tomaba en brazos - pero ya se va porque nosotros le haremos una visita a Hanna.

Metió a Mia en su camioneta y arrancó, mientras manejaba apretaba tanto el volante que vio como sus nudillos se tornaban blancos, sentía tanta ira por dentro y miedo, miedo de que le quisiera quitar a su pequeña hija. Al llegar al semáforo en la siguiente cuadra noto una cafetería y decidió parar ahí para llamar a Hanna y también tratar de calmarse un poco.

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