Un juramento

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CAPITULO 3

Siempre le he pedido a el Dios que debe de existir, que te enamores de alguien mas, que las puertas de tu corazón estén abiertas para un nuevo amor, y a cambio de eso, yo volveré a estar viéndote desde las sombras.

Hay un juramento que hice cuando te conocí, Darla, uno donde tu corazón debía ser menos lastimado, pero lo rompí por que no pude evitar lastimarte. Ódiame hasta que sanes y luego vuelve a amarme, no me dejes escapar, Darla, no me dejes por que te necesito, te necesito como al puto aire que respiro.


Me mantuve fiel a esa frase que te dije aquel día, pero en realidad guardaba todas mis lagrimas para ti, guardaba el dolor para cuando m e rompieras el corazón, nunca le llore a alguien mas, todas mis lagrimas estaban dedicadas para ti, e incluso ahora que escribo esto, son para ti, toda mi vida fue para ti, con mis altas y bajas, toda la puta vida me dedique a amarte, no hice otra cosa que no fuera pensar en esos ojos cafés tan hermosos. No me importaba un carajo si tu también me rompías el corazón, por que al final lo hiciste, me rompiste el corazón, Darla, lo rompiste y no pude hacer nada para arreglarlo y desde ese día cada pequeño trozo te amo hasta que llego la hora de partir. En lo único que no mentí fue en que tenia el alma rota, no quería lastimarte ¡Maldita sea! no quería hacerlo.

Nunca me gusto ningún tipo de soledad, Darla, solo quería que tu fueras capaz de ver que alguien roto podía ser fuerte, o al menos intentaba serlo, aunque fracase.

Siempre ame tu calidez, esa manía de reír a carcajadas por un simple chiste o ese gesto de enojo que solías hacer cuando te decía algo que no querías escuchar. Ame cada una de tus facetas, ame t6odo de ti, esas cosas que odiabas eran mi mayor adoración, te intente amar con todas las fuerzas, con todo el amor que no pudieron darme a mi, con el amor que esperaba pudiera sanarte. Cuando se ama a una persona puede haber momentos donde te sientas sola, pero habrá otros donde serás inmensamente feliz.

Darla, siempre me considere una débil luciérnaga, esperaba que tu fueras el refugio donde podía estar a salvo, pero el refugio de las luciérnagas no es para siempre, en realidad, nada dura para siempre.

¿Te ame como esperabas ser amada? ¿Me amaste sin compromisos?

Siempre sentí un tipo de dolor que causaba un vacío dentro de mi, un vacío que me consumía todos los putos días, era algo que me alegaba poco a poco de ti, de nosotros, quería escapar lo antes posible, pero nunca tuve tiempo, las horas se iban volando mientras pensaba en ti, en tu sonrisa y esa manera en que me hacías ver las cosas, perdóname por no ser tan fuerte como aparentaba, perdóname por no luchar como lo prometí, perdóname por dejarme vencer, chica girasol, perdón por ser tan cobarde.

EL REFUGIO DE LAS LUCIÉRNAGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora