(Un acote antes de empezar la historia, la escena donde se revela que Acnologia comió un mago que podía copiar hechizo no es Cannon de Fairy tail ni High School DxD, es un personaje OC inventado por mi para explicar futuros y posibles sucesos mas adelante en la historia, sin mas que acotar, los dejo leer tranquilos)
Flash back:
-Veo que no estas mintiendo y no detecto malas intenciones, bueno supongo que me podría acostumbrar a esto de la Ama, de todos modos Happy a estado bastante rato aquí y no le ha pasado nada y tampoco es como si tuviéramos muchas opciones para hacer- Comentaba Natsu mientras dirigía una mirada hacia Sona, y ella entendiendo que quería Natsu, le respondió con rapidez.
-Yo me llamo Sona Sitri un placer- le respondía mientras analizaba ese cuerpo demarcado que quedo cuando Natsu desactivo la Demondragonic Force, viendo que ambas lideres de los grupos se presentaron y sabiendo que Happy también lo había hecho decidió presentarse, además de ver como Asia le había traído otro pescado a Happy el cual estaba feliz comiendo.
Bueno yo me llamo Etherias Natsu Dragneel , un gusto Rías y Sona.
flash back:
-MMM que extraño, como sabia una magia perdida y como demonios estoy recordando cosas que nunca pase, eh que demonios están pensando estas demonios, uhggg la chica cerca de la peliroja, tiene una imaginación muy explicita, demonios Natsu no pienses en eso - Pensaba Natsu mientras veía al sequito de demonios, que dialogaban entre si, porque no sabían como hablar con el.
-Saben que puedo escucharlos no, supongo que por las caras sorprendidas no, y dime mi señora ama Rías que cosas hacen los demonios, matan humanos y devoran sus almas, o hacen favores sexuales, dime que lo ultimo no, no tengo ganas de andar cumpliendo fetiches a mocosas hormonalmente activas, tengo traumas por ello, no es que haya hecho esa clase de trabajo, pero varias veces tuve que arrancar de algunas- decía Natsu, mientras temblaba por el recuerdo de las mujeres de los pueblos donde iban a ayudar cuando lo veían sin mucha prenda, por otro lado los demonios quedaron sorprendidos al saber que el podía oír lo que decían, mientras se cuestionaban la visión de Natsu sobre los demonios.
-No Natsu respecto a matar humanos, hay un tratado con respecto al trato que se le debe dar a los humanos, no podemos matarlos ni materializarnos directamente con ellos, pero si somos invocados por alguna clase de trato o encargo, podemos negociar con ellos, y con respecto a las clases de tratos son variados, desde deseos comunes hasta sexuales como dices, pero dependerá de cada demonio, el querer hacer ciertas cosas, aunque en tu caso no te vendría nada mal dar esos tratos, venderías bastante, es decir es opcional no es como si te fuera a contratar ahh demonios que estoy diciendo - Comunico Sona, comenzando a ponerse nerviosa tras soltar el comentario y ver tanto la mirada extrañada de Natsu, como la mirada inquisitiva de Rías y la mirada erótica que Akeno le dio, mientras veía a Natsu asentir y mirar a las chicas del clan Gremory y el Sitri.
-Demonios, son demasiados lindas o sexys, esta bien que sean demonios y eso, pero esto es demasiado incluso para mi, solo espero no entrar en celo en algún momento donde estén todas o me meteré en líos, menos mal que Happy no ha dicho nada con respecto a eso o voy a palmarla enseguida - susurraba de manera preocupada Natsu, mientras veía la interacción del gato con las chicas
-Etoooo Natsu-San no tendrá hambre, ya que estaba bastante herido y pues podría estar agotado , además deberíamos ponerle algo de ropa, Ahhh no estoy diciendo que me gusta verlo desnudo, cosa que es un poco cierta, pero etooooo ah yoo- Comentaba Asia, en voz baja mientras evitaba sonrojarse al ver el torso desnudo y bien formado con algunas cicatrices de Natsu.
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El dragón demoniaco de kuoh: El Renacimiento del Dragon
FanficTodo proceso de re-ensamblamiento tiene un costo, y el tuyo Natsu Dragneel, es saber que tu existencia fue una completa mentira, abandonado a tu suerte, vas a tener que encontrar a gente que de verdad te complemente, bajo las alas de murciélagos, tu...