Desaparecida

Capítulo 33. "Distancia."

     Alemania, 24 de abril del 2019.

     Horas después del juicio.

     Bella.

     Richard tuvo una herida de bala en la pierna, no es grave, pero el remordimiento carcome mi consciencia. Mi intención nunca fue que alguien saliera herido. James está callado con los brazos cruzados, mientras esperamos que Rico termine de atender a Richard, quizás fui egoísta al pedirles que me ayudaran con una misión de este tamaño. Puse la vida de todos en riesgo y por eso ninguno está conforme con mis acciones.

     Quiero despedir a James.

     Este chico cautivó mi corazón sensible desde la primera vez que lo ví. Su personalidad dócil y tímida me recuerda a la Bella del pasado, es demasiado bueno para condenar su vida a este mundo. Y viendo que mi situación comenzó a ser un juego de vida o muerte, quiero que se aparte de mí.

     Llevo rato pensando la solución, en el Hotel Bella Mía estará más seguro que a mi lado. Tendría que hacer varias llamadas y quizás pueda hacerlo pasar como pasante de contaduría. También pienso cambiar de hospital a su mamá, a uno donde esté más segura y que no asocien conmigo. Es lo más sano.

     Es hora de que tomemos distancia, tanto con James como con los demás. Si alguno de ellos llega a perder la vida, no me lo perdonaré nunca. A este punto todos consideran que tengo un problema, sé que están molesto conmigo. Primero, los interrogo en contra de sus voluntades. Segundo, intervengo en el juicio y pongo la vida de Richard y James en riesgo.

     No tengo ningún problema.

     No pienso quedarme quieta mientras destruyen al chico que amo. Si tengo que ser la villana de la historia para cuidar a Marco, lo seré. Están siendo hipócritas, porque ninguno de nosotros dejaría que le hicieran daño al otro. Aunque finjamos ser buenos, somos malos. Pertenecer a la mafia nunca te hará buena persona. Mataría por Marco así como también mataría por cualquiera de mis amigos. Y no fingiré ser la buena de la historia, no soy un héroe, no pienso perder a la persona que más amo y vivir en un dolor eterno.

     Y por ese gramo de sensatez que queda en mi cuerpo, es que estoy convencida en alejar a todos. Marco ya lo habló conmigo y estoy de acuerdo. Quedan dos días para saber el destino de nuestras vidas, no vamos a arrastrar a nadie inocente. El que se quiera alejar, que lo haga. Una cosa es matar por todos en una situación de peligro y otra muy distinta es evitar la situación de peligro.

- ¿James? – lo llamo, sobresaltándolo – ¿Cómo está tu mamá?

- Está mejorando – responde con una sonrisa de lado.

- ¿Sabes? – camino hacia su lado – Realmente lamento poner tu vida en riesgo.

- Oye – me sonríe sin mucho ánimo –, eres la chica que me ayudó cuando más lo necesitaba, estoy en deuda contigo.

- No lo estás, James – tomo su mano –. Tienes algo especial que me hace querer cuidarte, pero no pienso hundirte en mis problemas – sonrío con la boca cerrada – ¿Te gustaría trabajar como pasante de contador?

- Pero – me mira con el ceño fruncido –, ¿Y tú? ¿Quién organizará tus cosas? – exhalo, apartando la mirada.

- En dos días mi vida se puede arreglar o se puede arruinar, James – miro la puerta –. Alguien está dispuesto a hundirnos por completo y no tendrá compasión con las personas a mí alrededor. Estar a mi lado ya no es seguro.

- No quiero dejarte sola – baja la mirada sin querer aceptar mi oferta. Coloco mis manos en sus mejillas, levantando su mirada.

- No estoy sola, James – le sonrío –. Lo poco que he conocido de ti me ha demostrado la hermosa persona que eres, no mereces que mis problemas te dañen. Sé que necesitas un trabajo, por eso te ofrezco trabajar en el hotel de Marco, es un lugar seguro y con un estatus altísimo, sé que te abrirá muchas puertas en un futuro – sus ojos se humedecen –. Eres libre de la mafia, puedes iniciar una vida digna sin trabajos sucios de por medio, no vas a depender nunca de mí. Vales mucho más que esto, mereces todas las buenas oportunidades de la vida y te aseguro que esta es una – observo sus ojos humedecidos con seguridad –. No puedes detener tu vida por complacer la mía, la deuda está saldada, eres libre. No más mafia para ti – James asiente, reteniendo las lágrimas en sus ojos.