Después de ese extraño momento de pánico en el closet, Lan Xichen prometió que cumpliría el deseo de Cheng y llamaría a Wei Wuxian al día siguiente. Dejó a solas al omega para que se calmara y volvió a buscarlo cuando llegó la hora de la cena. Cuando Lan Xichen entró a la habitación, no dio crédito a lo que estaba viendo, pues no era el Cheng con el cabello húmedo el que llamaba su atención sino que éste hubiera tomado prestadas algunas de sus prendas.
— No tenía más ropa y...
— Puedes tomar todo lo que desees — dijo Lan Xichen curvando una sonrisa que a Cheng se le hacía muy diferente de las otras que había visto antes. Esta vez Lan Xichen parecía sonreír de verdad, sin fingir o sin disfrutar de un placer malvado.
Cheng solo había tomado un pantalón deportivo y una camiseta. Se había convencido a sí mismo, después de bañarse, que necesitaba ropa limpia y había corrido de regreso al vestidor del jade. Después de ponerse esa ropa se sintió increíblemente contento, pues el aroma del alfa estaba impregnado en esa ropa y de alguna forma lo hacía sentirse más seguro y reconfortado.
— Gracias — dijo finalmente y tomó la toalla para secar su cabello, pero Lan Xichen se le adelantó y la tomó por él para secar su cabeza con suavidad. Cheng lo dejó hacer, aunque nunca hubiera adivinado que las manos de ese alfa también pudieran tratarlo con delicadeza.
— Está bien, puedo hacerlo yo — dijo alejándose, pues se había puesto nervioso ante esa clase de comportamiento por parte del alfa.
Lan Xichen asintió y retrocedió un par de pasos — La cena está lista, te esperaré en la cocina — anunció y se retiró.
Cheng terminó de secarse y no tardó en seguir al alfa. En cuanto llegó a la cocina vio unos paquetes de comida ordenados. Al parecer Lan Xichen había pedido una buena cantidad de comida y olía delicioso.
— Huele bien — dijo Cheng.
— No sé lo que te gusta, así que pedí un poco de todo — respondió el alfa mientras ambos se sentaban en los taburetes cercanos al mesón más alto de la cocina.
Cheng eligió unos fideos chinos y cerdo agridulce. En ese momento sentía un gran apetito, así que no se contuvo, mientras que el alfa lo observaba como si estuviera bastante satisfecho consigo mismo al ver que Cheng disfrutaba de cada bocado.
— Deja de mirarme — dijo Cheng al darse cuenta, mientras un poco de salsa quedaba en su labio inferior tras dejar el bocado que iba a llevarse a la boca.
Lan Xichen le pasó una servilleta y desvió la mirada para buscar lo que parecía ser tempura de vegetales — ¿Por qué necesitas hablar con Wei Wuxian? — preguntó de repente.
Cheng pensó muy bien que responder. De hecho no quería mencionar que el doctor que el alfa detestaba le había aconsejado buscar otro omega en la misma condición que él.
— Leí en una de esas revistas que él está embarazado y ya que yo también tendré un pequeño Lan, deseo pedirle consejo — dijo honestamente sin darse cuenta que acababa de llamar a su futuro hijo "pequeño Lan". Esas palabras conmovieron tanto al alfa testarudo que se quedó sin palabras y volvió a mantener la mirada fija sobre el rostro de Cheng.
— Liu Xiao se encargará de traerlo mañana — dijo el jade después de ponerse de pie muy apresuradamente — Debo ir a hacer unas llamadas. Descansa bien — dijo también apresuradamente y se retiró directamente hacia el estudio, cerrando la puerta detrás de él.
Una vez en el interior, Lan Xichen intentó respirar profundamente para calmar sus impulsos. Estar cerca de Cheng de por sí era insoportable, pero que él lograra conmoverlo con sus palabras...simplemente excedía los límites de lo que podía controlar. Si se hubiera quedado en la cocina, hubiera sometido a Cheng sobre la encimera, dejando libre todo su lívido.
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Fate's Red Thread
FanficEl hilo rojo del destino puede aparecer en el momento menos esperado, ¿pero qué pasa cuándo éste apareció justo en el momento en el que un alfa y un omega estaban en celo? A partir de entonces, el destino unió a Lan Xichen y a Jiang Cheng, aunque fu...