Capítulo I

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Caminaba por el parque pensando en lo hermoso del día como las hojas caían y el color dorado con el que se pintaba, siempre me ha fascinado otoño lo mágico que todo parece y ese toque romántico que se siente, de repente algo me saco de mis pensamientos un golpe seco, algo me embistió y me dejo con el trasero en el suelo sentí algo mojado por la cara, cuando abrí los ojos vi un labrador como pude me lo saque de encima me levante trastabillando y me sacudí escuche un par de carcajadas a mi alrededor la sangre se me subió al rostro cuando escuche una voz familiar era Catherine que entre risas se acercó a mi y me dio un abrazo no sin antes comprobar que estuviera bien.

-como has estado?

- pues bien y mejor antes de que Toby se abalanzara hacia mi_. Le dije sarcásticamente

-no seas tan llorona... Ven te invito a un café.- con su pelucliar sonrisa

Atravesamos el parque y fuimos hacia una pequeña cafetería en el centro

-que va a ordenar?._ nos pregunto una señora de treinta y pocos muy sonriente

-para mi un café americano y una dona de chocolate._dijo Catherine

-yo un chocolate caliente y un sándwich de jamón por favor.

-aquí está su orden señoritas dijo con tono jovial.

Nos sentamos y hablamos de todo un poco ya extrañaba estas charlas. con Catherine no hay forma de llevar una sola línea de conversación

-bueno._le digo._ debo de regresar a la librería

-esta bien. Te veo después?

Note en su voz un tono de melancolía eramos amigas hace años la conocía desde siempre pero nos distanciamos el último año y lo irónico es que no recuerdo porque fue.

-claro pasa a mi apartamento el viernes y miramos películas cursis.

Esbozo una sonrisa de oreja a oreja ambas eramos adictas a las pelis románticas de esas que te hacen creer que el amor es la cosa más sencilla del mundo y a la vez la más tormentosa. Nos despedimos con la mano al aire mientras cada una seguía su camino.

Cuando iba de regreso la vi. Estaba ahí sentada sumergida en su libro tenía el pelo rojizo y una tez blanca me quede embobada de repente levanto su vista y nuestros ojos se encontraron me miró a través de sus lentes con curiosidad y una sonrisa burlona entonces reaccione y seguí mi camino.

En la librería las cosas estaban calmadas. De repente me encontré pensando en ella y en su sonrisa.

Eran las 9am del miércoles había pasado ya una semana desde que la vi y seguía pensando en ella en la forma de sus ojos en como los lentes le quedaban tan perfectos en la forma de sus labios y el color rosado natural que tenían, la vi solo unos segundos pero me bastaron para que se quedara grabada en mi memoria.

El viernes Catherine había llevado a una amiga suya, atractiva a la vista y muy linda persona nos caímos genial, concordamos en muchos gustos como que generó literario nos gustaba y la música también, hasta frecuentabamos los mismos lugares.

-hola carmen como estas?._ Me agrada es linda.

-bien Alex como ha estado el día en la librería?

-bastante calmado la verdad._no era del todo cierto hace poco abiamos tenido la visita de un famoso autor y muchos vinieron a comprar su libro tres días después aun seguía viniendo muchos a buscar copias, pero claro yo solo tenia la mente en ella y no me percataba de nada

-que bien, sabes el jueves tendré una cena en el trabajo y quisiera saber si me acompañarias?

-claro, como tengo que ir?.

-es formal ya sabes de traje y esas cosas pasas por mi a las 7?

-esta bien, así quedamos._nos despedimos de beso y abrazo los cuales duraron lo suficiente para tornarse incómodos, pero no se negaba ella tiene un aroma estupendo.

*narra carmen*

Hace varios días no miro a Alex bueno desde el viernes y la verdad es que me gusta y mucho debo de admitir se me ocurrió invitarla a la cena del trabajo estaba nerviosa por preguntárselo pero sabía disimularlo.

Estaba hermosa vestía vaqueros azules, playera blanca y una camisa a cuadros tenía el pelo corto y rubio ojos azules además de una mirada que derrite a cualquiera.

Hola carmen como estas. - dijo Alex...

OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora