[037]

1.5K 97 12
                                        

Pov.Haneul

Después de los acontecimientos del pasado aún no podía hablar de lo que me atormentaba, se que siempre es bueno desahogarse y no reprimir lo que sientes, pero tenía la cabeza hecha un nudo y no podía pensar con claridad; los dos días restantes para la sesión fotográfica fueron más agotadores que el primero, Taehyung seguía tratando de animarme detrás de la cámara a la par que Jungkook de encargaba de que el personal me diera espacio necesario para no sentirme asfixiada, siempre encontrándose a mi lado.

No había notado el momento cuando sin previo aviso me encontraba de nueva cuenta en la casa de los Woo, viendo por la ventanilla del auto los rostros cansados y tristes de la familia. Baje del auto, sintiendo la mirada de unos pequeños ojos, era la pequeña prima de TaeWoon, una de las amigas de SunHi, un ser tan pequeño que aún no tiene idea de lo que le rodea, una niña tan pequeña que aún no conoce la maldad y la crueldad de este mundo, caminé hasta la puerta la cual se encontraba abierta y por un segundo pude ver a la señora Woo, la cual lloraba desconsoladamente la perdida de su hijo.

Se había quedado sola.

Seguí mi rumbo dentro de la casa, sintiéndome temerosa a cada paso que daba, al parecer no era la única entre los amigos que había venido, por su parte Yoongi también estaba aquí, justo al lado de uno de los tíos de TaeWoon, nuestras miradas se cruzaron y no dudó un solo segundo en venir hasta donde me encontraba, dándome un gran abrazo que logré hacerme llorar.

—Lo siento -susurraba, sintiendo como me pegaba cada vez más a él y me acariciaba la cabeza.

—No tienes que disculparte, no es tu culpa -hablé, sintiendo que mis palabras apenas y se escuchaban debido al nudo que se me formaba en la garganta-, no es culpa de nadie.

Podía sentir como la camisa de Yoongi se humedecía, pero a pesar de eso no me apartaba de su lado, siempre se mantuvo conmigo a pesar de que el conocía a TaeWoon más tiempo que yo y su partida le afecte más a él que a mí.

La madre de Woonie salió de alguna habitación, corrí hasta ella para darle mi pésame, siendo que ella únicamente se disculpaba por lo que me había hecho en el pasado, para después darme las gracias por venir.

—¿Por qué me daría las gracias? Yo debería dárselas a usted por aceptarme a pesar de todo.

—No no no -niega, girando la cabeza de un lado a otro mientras su voz se sigue quebrando.

La gente seguía aglomerandose en la sala de estar, alrededor de una foto de TaeWoon quien sonreía ampliamente dejando ver sus dientes, de un momento a otro, una de las primas de TaeWoon me habla, haciéndome señas de que la siguiera afuera. Al salir, el aire fresco golpea mi rostro, al igual que los recuerdos de la tarde donde conocí a la gran familia Woo de hacía presente, como una película mostrando cada uno de los pequeños detalles.

—Haneul -habla, mirando al cielo que se había coloreado de tonos anaranjados, uno de los colores favoritos de Woonie.

—¿Qué sucede? -pregunté, mientras el miedo de lo que pudiera suceder me invadía.

No dice nada, simplemente verifica que nadie nos este observando para ir detrás de una maceta y sacar algo de ahí, mentiría si dijera que tenía con que sacará alguna clase de arma y logrará hacer una de las tantas cosas que mi cabeza se inventa, pero para mí alivió veo como saca una caja de metal, extiendo mis manos y en ellas la deja, a pesar de lo fría que se encontraba, sentía una calidez inexplicable, simplemente me sentía aliviada.

—Me pidió que te la diera, quería ver qué había ahí pero el candado requiere una contraseña que no estoy dispuesta a averiguar cuál es -alega, mientras me mira, como dando a entender que le ponga la contraseña y así poder ver lo que hay dentro de ella.

La hija de la sirvienta [En Edición] -jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora