Como Hermanos

La sorpresa

Capitulo 1

—Que bueno, pronto llegará el bus que me llevará a... casa—dije mientras esperaba impaciente a que el autobús llegara.

Pronto llegó, me subí ansiosa y nerviosa de poder llegar ya a aquel lugar donde había pasado la mayor parte de mi vida. «Estoy deseando llegar», pensé mientras miraba por la ventana al lado de mi asiento.

Al cabo de unas horas por fin llegué. Ya era algo tarde, pero se seguía viendo a gente por las calles. Me dirigí a esa gran casa que sobresalía entre las otras, esa en la que pase tantos momentos de mi niñez y la cual tuve que dejar durante esta etapa de mi vida. Toqué el timbre ansiosa de estar por fin en casa.

Después de un rato de espera, por fin, la puerta se abre.

—¡¿Quien demonios..?!—gritó una voz masculina.

—Castiel ¡¿No sabes cuanto te extrañé?!—dije mientras saltaba a sus brazos.

—¿Alice?¿Eres tu?—en su voz se nota la sorpresa.

—Pues claro que soy yo ¿Acaso no reconoces a tu hermana favorita?—me aparto un poco y le sonrío.

—Eres la única que tengo, aparte de los idiotas que están en el salón—ríe. Había extrañado tanto esa risa que no pude evitar sonreír abiertamente.

Una silueta se formó detrás de Castiel y exclamó.

—¿A quién llamas idiota?—saltó una de esas voces que había escuchado tanto en sueños.

—¡Armin!¡Onii-chan!—pasé de los brazos de Castiel a los de Armin en cuestión de segundos.

—¿Alice?¿Eres tu?—dijo igual de sorprendido que Castiel hace apenas unos instantes.

—Si ¿acaso nadie me reconoce?—comenté algo molesta. Es cierto que había pasado tiempo, pero tampoco estaba tan distinta, seis años no pueden influir mucho... ¿O si? En cualquier caso tengo que admitir que mi apariencia no ayuda, ya que hace poco me teñí el pelo de morado y empecé a usar lentillas para cambiar el color de mis ojos, ya que soy muy fan de la heterocromia, de modo que mis ojos ahora son uno amarillo y el otro rosa, pero originalmente mi pelo es castaño rojizo y mis ojos verdes.

—¿Pero como quieres que te reconozcamos? si te fuiste hace 6 años y nos dejaste—Castiel lo dice con un tono de burla, pero ambos sabemos que fue algo doloroso.

—Además, has cambiado demasiado... Mírate, estas aun más hermosa—Añade Armin haciendo que me sonroje un poco. 

—Pero sigues siendo la misma tabla de planchar—Castiel se burla mirándome de arriba a abajo y noto cierta intensidad en sus ojos.

—Y tu el mismo niño rudo y tierno que conozco—Me acerco a el y le jalo una mejilla.

—¿Qué sucede aquí?—Mi mirada se desvía a las tres figura que aparecen detrás de mis hermanitos.

—¿Alice?¿Eres tu?—Suelta una de las voces al verme.

Observo a las tres personas que acaban de aparecer delante de mi y no puedo evitar sorprenderme al reconocer la voz de uno de ellos—¿Kentin?—Lo observo con los ojos muy abiertos al ver como el niño mas tierno que había conocido se había convertido en un chico de infarto.

—Si, soy yo, después de que te fuiste me mandaron a un campamento militar y me cambiaron por completo—Lo dice con una gran sonrisa.

—Es increíble, estas guapísimo—Suelto sin pensar.

—Aparta, nosotros también la queremos saludar—Dice el rubio, al que reconozco como Nathaniel, mientras se interpone entre Kentin y yo. 

—No es justo que acapares toda la atención—Y finalmente Lysandro.