»43: not just a book

3K 414 73
                                    

dos meses más tarde...

—¿En verdad te tienes que ir? —le preguntó Jungkook, apretándolo más entre sus brazos. Es que sentía que cuando por fin las cosas volvían a su equilibrio habitual, Jimin se le escapaba.

Estaban en la sala de estar, sentados en el sofá. Jimin estaba entre las piernas de Jungkook, reposando su espalda en el pecho del contrario mientras era aprisionado por las extremidades de este.

Frente a ellos, había una valija armada. La miraban con un poco de recelo, no les agradaba que estuviese allí. Era la misma que Jimin había armado para escaparse de su casa, la misma que había armado cuando sus padres habían venido a buscarlo, y ahora la armaba una vez más.

—Hacía un mes que esperaba esa llamada de la editorial —habló el castaño, inclinando su cuerpo a un lado para acomodarse mejor entre los brazos de Jungkook—. Además ya lo sabíamos desde el principio, ¿no? Que cuando terminara el año, me iría.

El mayor asintió, tenía toda la razón.

—¿Volverás? —le preguntó. El tono de su voz era bastante neutro, difícil de leer.

Jimin suspiró (aún hacía eso a veces, más que nada por costumbre).

—Lo haré, a la larga —respondió después de unos segundos—. Es que ahora tengo tanto tiempo... tantas cosas por ver... Volveré, tarde o temprano, sin lugar a dudas. Pero antes quiero darme la oportunidad de nutrirme de otras cosas, de intentar dejar atrás rencores del pasado. Soy muy joven para tener resentimientos, quiero tener la conciencia limpia mientras pueda.

A Jungkook se le escapó una pequeña risita: le recordaba a él.

—Espero que lo hagas a tiempo —dijo, confundiendo al menor.

—¿A qué te refieres? —preguntó, girando su rostro para ver a Jungkook a los ojos.

—Tu abuela es la única persona de tu familia que sabe que no estás muerto —le explicó—. Y puede que no parezca la gran cosa ahora, pero a ella no le queda mucho tiempo y pronto estarás solo. Sé que no has vuelto a hablarle desde que te mudaste aquí, que sientes que fue egoísta al obligarnos a morderte... pero si en verdad quieres tener la conciencia limpia, dale el beneficio de la duda. Habla con ella, escucha lo que tenga para decir e intenta comprenderla. Te reconcilies o no con ella, en el futuro agradecerás haberte dado esa oportunidad.

Jimin permaneció en silencio. No se sentía preparado para afrontar a su abuela, en absoluto. Sin embargo entendía que el pelinegro le estaba hablando con la verdad... con la experiencia, incluso. Lo sabía pero no estaba listo, no aún.

—No puedo creer que te vayas —se escuchó la voz de Hoseok desde el comedor. TaeHyung, quien estaba sentado a su lado, miraba ansioso la hora en el reloj de pared.

De pronto, un inusual aroma llegó a las narinas de Jimin: un intenso olor como a barro y césped entreverados con miel. Pero al parecer no había sido el único que lo había notado:

—¡Ya está aquí! —alertó el rubio, dejando caer la silla hacia atrás mientras se ponía de pie.

—¿Quién? —preguntó Jimin, entre curioso y confundido. Se levantó del sofá para poder mirar mejor hacia la puerta mientras el mayor de todos la abría.

Y al ver de quién (o más bien qué) se trataba, el castaño se sintió desfallecer: su piel era blanquecina tirando a un durazno suave adornada por pecas blancas sobre su nariz y pómulos, sus cabellos eran color coral y sus ojos del azul del mar. Sus ropas eran exóticas, como varios retazos de tela que habían sido cocidos unos con otros en forma de túnica, estaba descalzo. Pero lo que le puso la piel de gallina, fue un pequeño detalle... la forma punteaguda de sus orejas.

Tanofobia ☀ [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora